ORBAITZETA
Una treintena de electos de diferentes localidades del Pirineo navarro entre ellos los alcaldes de Orbaitzeta, Orbara e Itzaltzu y la alcaldesa de Espartza, han hecho público un manifiesto en el que muestran su rechazo a las maniobras que el Ejército español ha venido realizando en esta zona de EuskalHerria. En el texto se denuncia la «prepotencia y chulería» con la que los militares han campado «con sus vehículos y armas». Los electos recuerdan que «desgraciadamente no es un episodio nuevo, pues todos los años los habitantes del Pirineo nos vemos obligados a soportar la ocupación de nuestros pueblos y la demostración y exhibición de fuerza que el Ejército español realiza en nuestra tierra».
«Pero no por eso deja de ser grave y más aún en el momento político actual, donde existen posibilidades reales de poner en marcha un proceso democrático que solucione el conflicto político y armado que vive Euskal Herria. Por encima de la voluntad de las gentes del Pirineo y de sus instituciones, otra vez más el Ejercito español ha realizado maniobras militares, haciendo ostentación de sus armas y amedrentando a la población», añaden.
Ante ello, los firmantes denuncian estas maniobras y hacen suya la moción aprobada al respecto por el Ayuntamiento de Orbaitzeta. En dicha moción se tilda la presencia de efectivos armados de «nuevo ejemplo de imposición y de demostración de fuerza con el objetivo de amedrentar a la sociedad». También se considera que se trata de «un nuevo ataque hacia las ansiadas esperanzas de paz de nuestra ciudadanía».
Por ello, el Consistorio de esta localidad navarra asume el compromiso de «dar los pasos necesarios de cara al proceso de desmilitarización de las fuerzas armadas francesas y españolas en el conjunto de Euskal Herria», y ayudar «con los medios, instrumentos e infraestructuras necesarias, dentro de nuestras posibilidades, para ayudar en este proceso de desmilitarización».
En el texto aprobado se decreta la prohibición de «todas las maniobras, controles u operaciones militares en nuestro pueblo», y se declara el compromiso a no colaborar con las fuerzas armadas de ambos estados, a ayudar a los habitantes afectados por este tipo de actividades, a denunciarlas públicamente y responder «con todos los medios que disponemos».