La pasada semana, Jon Enparantza y Estanis Etxaburu
fueron, a su pesar, dos de los protagonistas de la actualidad política. Citados
por la Audiencia Nacional como imputados por un acto de apoyo a los presos,
anunciaron que no comparecerían por su propia voluntad. Detenidos por la
Ertzaintza, fueron llevados a Madrid. Tras pasar ante el juez, quedaron en
libertad, con la obligación de firmar en un juzgado cada quince días.
¿Cuál es el origen de toda esta situación?
Jon Enparantza: Recibimos una citación por haber tomado parte en julio de 2005 en un acto por Gatza José Mari Sagardui, con el argumento de que era exaltación del terrorismo. Al menos, eso utilizó el Foro Ermua cuando puso la querella.Fue un acto más, pero con unas connotaciones especiales, porque es el preso que más años lleva encarcelado. Sagardui cumplía entonces 25 años en prisión. Además, debería estar en la calle desde hace diez años y en todo este periodo, salvo unos pocos meses, ha estado fuera de Euskal Herria.
Estanis Etxaburu: Hoy en día, cuando ya lleva 26 años y 3 meses, está en Jaén en una celda de aislamiento. El año pasado dijimos que eran 25 de Gatza, pero también 25 años de todo un colectivo, 25 años para tantos y tantos familiares... ¡Y qué 25 años!
J.E.: Coincidía también que unos meses antes se habían cumplido 25 años del Estatuto de Gernika, y comentábamos que la situación de Gatza era un reflejo del fracaso de ese marco político.
E.E.: Se abrió este sumario y antes que nosotros comparecieron otras tres o cuatro personas. El que pidió el permiso, algunos que participaron... y finalmente nosotros dos.
Ustedes decidiron no ir voluntariamente a Madrid. ¿Por qué?
J.E.:
En este momento político, vemos que se están acumulando muchas cosas. La situación general de los presos, las medidas que se están tomando en su contra, las condenas de por vida, los alargamientos de penas, el caso de De Juana...E.E.: Los demás fueron a declarar hace unos meses. Ha pasado este periodo de tiempo y la situación ha ido a peor. Han dicho que estamos en una nueva fase política, pero en nuestro caso ha ido a peor. Y esa acumulación nos lleva a la decisión de no ir.
La represión y la violencia se ha intensificado. Y porque estamos denunciándolo, porque estamos buscando una nueva situación, porque queremos un futuro diferente para este pueblo, la Audiencia Nacional nos dice que tenemos que ir a Madrid a declarar como imputados y a explicar por qué decimos o hacemos esto o lo otro. No podemos aceptarlo, nuestra actividad es pública, política y democrática, ¿hemos de dejar en manos de la Audiencia Nacional la decisión de si es o no legítima, si se puede permitir o se ha de prohibir?
En días anteriores han denunciado que se está criminalizando el apoyo a los presos...
J.E.:
Lo que nos ha sucedido es exactamente eso, la criminalización de la solidaridad política. Tampoco se trata de algo nuevo. Desde que existen presos, cualquier actividad en su favor ha sido criminalizada. Pero ahora se daban unos elementos que ya hemos indicado anteriormente. E.E.: Se ha visto como se está intensificando la criminalización de la solidaridad. En principio comenzaron contra diversas organizaciones y ahora, además de presionar más a los presos, se ataca a quienes lo denuncian pública y políticamente. Quieren criminalizar la solidaridad, el cariño, el apoyo... todo. Quieren mantener a los presos así y que nadie se posicione en contra.
Por eso decíamos que podían silenciar a una o dos voces, pero no podrán silenciar a todo un movimiento. Seguiremos denunciando esa situación y buscando un futuro diferente. Es inaceptable que por informar de la represión y denunciarla seamos citados a declarar a la Audiencia Nacional. No son nadie para decidir si nuestra actividad está bien o no.
La querella la presentó el Foro Ermua y la citación corresponde a los jueces. Pero ustedes han responsabilizado principalmente al Ejecutivo español. ¿Por qué?
J.E.:
Dicen que estamos en un nuevo momento político, pero vemos que durante los últimos meses el Gobierno español utiliza la Audiencia Nacional como una herramienta de injerencia: citaciones, prohibiciones... Y se ha acelerado en estos meses. Y eso es responsabilidad del Ejecutivo español, porque la Audiencia es una herramienta del Estado en la que el Gobierno tiene medios para influir, ahí está la Fiscalía.En nuesto caso, la querella la presenta un colectivo determinado, pero se le da trámite, y eso es vergonzoso. No se trata de entrar en los pormenores de este caso concreto, pero es que en el procedimiento ni siquiera consta mi intervención.
¿Cuál es el núcleo de la exaltación del
terrorismo? No existe. Pone que hay un aurresku, una ofrenda floral y la foto
del preso en el tablado. Esas son la tres razones. Y la Fiscalía pidió cárcel
eludible bajo fianza de 10.000 euros.
E.E.: ¿Y quién nos dice que el fiscal no hubiera tomado la iniciativa si el Foro Ermua no hubiese presentado la querella? Es vergonzoso. Se dice que ha habido un acto. Punto. No importa qué se dijo o que se hizo. Todos adentro. Y no podemos olvidar que la Audiencia Nacional controla también las condiciones de vida de las cárceles, la aplicación y reducción de las redenciones, la prolongación de las condenas... El objetivo es mantener a los presos en la cárcel el mayor tiempo posible. Y el Gobierno lo utiliza como herramienta política.
J.E.: Y en el actual contexto, no sólo no se ha avanzado, sino que se han dado pasos hacia atrás, siguiendo la línea de los últimos años. Negación de la libertad condicional y de las redenciones, elevación de penas hasta los cuarenta años, la decisión del Supremo para prolongar las condenas, creación de nuevos sumariosŠ Y es evidente la intervención del Gobierno. Sólo hay que recordar las palabras del ministro de Justicia diciendo ‘vamos a construir nuevas imputaciones’.
E.E.: El objetivo es siempre que los presos estén el mayor tiempo posible en las actuales condiciones de vida. Por eso hablamos de cadena perpetua y de condena a muerte. Quieren ver a nuestros familiares pudrirse en prisión, y si se mueren, mejor. Por ejemplo, en el caso de Iñaki de Juana. No quieren que se muera en el hospital, pero sí quizás en la cárcel.
Quedaron libres con obligación de comparecer cada quince días. ¿Cómo esperan que discurra este sumario de ahora en adelante?
E.E.:
No lo sabemos. Creemos que seremos los últimos en comparecer, y luego suponemos que se pondrá fecha para un juicio. Queremos pensar que no habrá juicio, porque no ha pasado nada del otro mundo.J.E.: Hay que destacar que las detenciones las llevó a cabo la Ertzaintza, que nos puso en manos de la Audiencia Nacional española. Su papel es hacer el trabajo sucio.
¿Creen que esto condicionará su actividad política de ahora en adelante?
J.E.:
De ningún modo.E.E.: Ya hemos dicho claramente que nuestra labor es pública, siempre dando cuenta de la realidad. Desgraciadamente, es lo que nos toca hacer. En todo caso, esto tendrá el efecto contrario, a partir de ahora lo denunciaremos con más fuerza. -