BRASILIA
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, consiguió ayer la reelección con una amplia mayoría sobre su contrincante, el candidato del PSDB Geraldo Alckmin.El recuento de los votos confirmó lo que auguraban los primeros sondeos a pie de urna, que auguraban al candidato de la izquierda el 62% de los votos.
El candidato de la oposición, el derechista Geraldo Alckmin, habría logrado el 38% por ciento de los votos en esta segunda vuelta de las elecciones presidenciales, según el sondeo que fue realizado por el Instituto Brasileño de Opinión Pública.
Con el 79,14% de los votos escrutados, Lula lograba el 60.1% de sufragios, frente al 39,9% de los votos para Alckmin.
Estos primeros datos del recuento, paralelos a la publicación de los primeros sondeos, fueron dados a conocer a las 19:00 horas (11 de la noche en Euskal Herria), dos horas después del cierre de la inmensa mayoría de los colegios.
Pero la existencia de distintos husos horarios en los estados de Amazonas, Mato GrossoMato Grosso de Sul y Acre impedía su publicación, así como la del recuento oficial, prohibidas hasta el cierre oficial de las últimas urnas del estado occidental de Acre.
Diez de los 27 estados se celebraba la segunda vuelta de las elecciones a gobernador. Los sondeos basados en encuestas a pie de urna auguraban una victoria para los candidatos apoyados por el PT en la mayoría de los más importantes estados en liza, como Río de Janeiro, Pernambuco, Paraná y Pará.
El PT, sin embargo, volvió a ser derrotado en la disputa por la gobernación del estado de Río Grande do Sul, cuya capital es Portoalegre y que durante muchos años fue su bastión. El PSDB ganó también la gobernación de Santa Catarina.
En el momento de depositar sus votos, Lula cantaba ya victoria, mientras Alckmin descalificaba a las encuestas que le auguraban su derrota.
«La reelección es una cosa importante y me deja feliz, porque el pueblo supo reconocer el trabajo de cuatro años» señaló Lula al acudir a un colegio electoral del cinturón obrero de la ciudad de Sao Paulo.
Junto a su esposa, Marisa Leticia, Lula fue recibido por centenares de seguidores que le aclamaron como si ya hubiese ganado y entonaron las canciones de la campaña, en medio de muchos apretujones por llegar cerca del candidato.
El candidato opositor votó acompañado por el ex presidente Fernando Henrique Cardoso y el gobernador electo del estado de Sao Paulo, José Serra, dos de los principales líderes del PSDB. Alckmin insistió hasta el último momento en que las elecciones «no se ganan con encuestas» y en que la última palabra la dirá el recuento oficial.
Fue Cardoso quien se encargó de atizar el fuego asegurando que «democracia no es sólo votos» e insistiendo en que «¿Cómo puede ser que tanta gente cercana a Lula esté implicada (en corrupción) y él no sepa nada ni explique nada?».
De poco le sirvió a Cardoso este último cartucho.
La población reeligió a Lula, que tendrá otros cuatro años para seguir liderando el país y para corregir errores e inercias del pasado.
Y ayer, como no ocurrió en la primera vuelta, las encuestas previas acertaron. Alckmin perdió esta vez. Y lo hizo por una anunciada goleada.
BRASILIA
El presidente nacional del Partido de los Trabajadores, Marco Aurelio García, defendió una profunda reforma del partido para volver a sus orígenes.
García, que votó en un colegio electoral al oeste de Sao Paulo, prometió que el PT «va a procurar hacer una reforma interna muy profunda, reencontrando aquellos valores que estuvieron presentes en nuestra fundación y en la mayor parte de nuestra historia».
El presidente del PT destacó que la formación sale fortalecida de estas elecciones presidenciales y recordó que ya ha conseguido más gobernadores que en los comicios de 2002 y un número «casi igual» de diputados, «a pesar de todas las dificultades» que tuvo.
Sobre las acusaciones de corrupción que han primado en la legislatura de Lula, García anunció que el PT «va a tomar medidas más enérgicas en el futuro para que situaciones de este tipo no se reproduzcan».
El presidente inicia contactos con la
oposición
El presidente de Brasil, Luis Inacio 'Lula' da Silva, ya ha comenzado a mantener contactos con líderes de la oposición de cara a un posible segundo mandato, según informó el senador electo Eduardo Suplicy, del Partido de los Trabajadores (PT), citado por el diario “O Folha”. Se refirió en concreto a contactos con dirigentes del Partido Frente Liberal (PFL) y del PSDB, del rival de Lula en las presidenciales Geraldo Alckmin. Suplicy prometió que la relación del Gobierno con la oposición será mejor que en la anterior legislatura, marcada por las acusaciones de corrupción al PT. -