La semana pasada me hubiera gustado tener como profesión «asistente a Congresos y Jornadas», aunque para ello también hubiera necesitado el don de la ubicuidad. Así que, para saber qué se cuece, me he tenido que conformar con «mendigar» ponencias por aquí y por allá y seguir alguno de ellos a través de los medios que les dedican espacio. Por cierto, otro día nos pararemos en diseccionar cuáles a qué tema, porque es realmente ilustrativo.Hirukide, la Federación de Asociaciones de Familias Numerosas de Euskadi, ha celebrado su III Congreso. Su título es expresivo para ver lo que les preocupa: “Conciliar es hacer familia”. Persiguen que se cambien los hábitos y se faciliten los mecanismos necesarios para solucionar la actual situación que, a su juicio, no ayuda a formar o ampliar una familia. Hirukide remarca la necesaria sensibilización y concienciación de las administraciones públicas, de las empresas privadas y de la sociedad en general para lograr la conciliación de la vida laboral y familiar. Para ello, reclama que se impulsen mecanismos como la racionalización y flexibilización de los horarios labora- les a las familias que tengan descendencia a su cargo, así como el establecimiento de incentivos fiscales o reconocimientos a las empresas que impulsen este tipo de medidas.
No cabe duda de que el tema es también clave para la inserción de las mujeres en el mercado laboral, pero no sólo para quienes tienen descendencia, sino para todas aquellas que tienen en sus familias personas dependientes, que aunque no es el único problema al que se enfrentan las mujeres ante el mercado, sí que es uno de los importantes.
No hay más que ver qué nos pasa ante una buena noticia como la publicada en este periódico: «El número de personas desempleadas en Hego Euskal Herria ha bajado en el segundo trimestre del añoŠ». Pues, cuando le pones las gafas de género, la noticia deja de ser tan buena: «Las tasas de paro son sensiblemente mayores cuando se refieren a las trabajadoras».
Resulta frustrante que la tasa de paro de las mujeres sea más que el doble que la de los hombres, y no menos frustrante la incapacidad de articular políticas o iniciativas para aumentar la ocupación de éstas. La justificación de que cada vez hay más mujeres en el mercado laboral soslaya la evidencia de que éste pone más dificultades a unas que a otros. El debate sobre el desempleo debe enfocarse sobre la temporalidad y el paro de las mujeres, porque son el principal problema del mercado laboral y tiende a agravarse.
Volviendo a las jornadas, otra interesante ha sido la organizada por BBK Solidarioa: “En clave de exclusión inclusión”. La entidad financiera que entre enero y septiembre ha logrado un beneficio de 181 millones, un 20,5% más que el pasado año, ha destinado sólo 41,6 millones a inversión en la acción social. Desde una entidad que, como el resto de las cajas, nació con un objetivo social no es para echar cohetes, aunque no vamos a desmerecer el trabajo que se está haciendo desde BBK Solidarioa. El 85% de los microcréditos que ha concedido han ido a parar a emigrantes y mujeres. El perfil de su demandante es el de una mujer de origen latinoamericano, con dos hijos y unos ingresos mensuales entre 900 y 1.200 euros.
Las aportaciones en las jornadas han ido desde experiencias prácticas hasta pura filosofía. Nos quedamos con las reflexiones de Sami Naïr, filósofo, sociólogo, politólogo y experto en inmigración, quien considera que la inmigración no se trata de un fenómeno temporal, sino de un movimiento duradero que no es sino una respuesta a las profundas desigualdades demográficas, económicas y políticas entre el Norte y el Sur. Para vertebrarla considera necesario trabajar sobre tres ejes.
Uno, establecer una estrategia de movilidad de las y los emigrantes que tenga condiciones de flexibilidad y de obtención de visados, para que puedan trabajar en otros países y establecerse sin problemas mientras cuentan con un empleo. Dos, una ambiciosa política de codesarrollo para limitar los desplazamientos de la población. Se debe reparar en el origen lo que provoca el desplazamiento mediante la rotación de los flujos económicos y de empleo a nivel mundial. Tres, una verdadera estrategia de integración de las y los emigrantes que sólo se consigue con el acceso a la ciudadanía. Totalmente de acuerdo Sr. Nair.
Se me queda en el tintero para la próxima semana el Congreso organizado por Emakunde “Mujeres generando paces”. Ha sido tan intenso que exige todo un espacio. -
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