Profesionales vascos de la ilustración se dan cita, por primera vez, en un acto en Bilbo
·Con este primer encuentro que tendrá lugar el sábado también buscan dar a conocer la labor del sector al público
La biblioteca de Bidebarrieta de Bilbo se convertirá este sábado en punto de encuentro para los profesionales de la ilustración. La cita ha sido organizada por la Asociación Profesional de Ilustradores de Euskadi (APIE-EIEP), y en la misma destacan dos conferencias, con ponentes de la talla de Mikel Valverde y Elena Odriozola, así como Carlos Ortin, todos ellos profesionales de reconocido prestigio internacional. El acceso a esta nueva convocatoria es libre.
BILBO
La Asociación Profesional de Ilustradores de Euskadi (APIE-EIEP) busca generar nuevos puntos de encuentro dentro de la profesión, así como «abrir las puertas al gran público» para el conocimiento de esta labor, que, pese a ser tan conocida, resulta «invisible y anónima para la mayoría». De este modo, ha organizado el primer encuentro de ilustradores vascos para este sábado por la mañana, en Bilbo. La cita, que dará comienzo a las 10.00 y se prolongará hasta las 13.30, cuenta con el apoyo de la FAD (Fundación Arte y Derecho) y estará conducida por el presidente de la APIE-EIEP, Danimaiz. Según informaron ayer desde la organización, la jornada se centrará en dos conferencias. Por un lado, será Carlos Ortin, presidente de la Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales (FADIP), quien impartirá una charla «dinámica y amena» titulada “Cinco minutos y un sobrino”, en relación a los derechos de autor. Al término de la misma, tendrá lugar una mesa redonda en la que participarán ilustradores de reconocido prestigio internacional como Elena Odriozola o Mikel Valverde, y el propio Ortin. Cada uno de ellos dará cuenta de su trayectoria personal, citando, entre otras cuestiones, la actual situación de la ilustración a nivel de Euskal Herria e internacionalmente.
Punto de partida Tal y como explicó ayer Danimaiz, la asociación APIE-EIEP pretende que anualmente, o por lo menos con una continuidad, puedan contar con una cita en la que se congreguen todos los profesionales de la ilustración: «Siempre resulta interesante que haya un punto de encuentro para poder debatir lo que nos concierne, ya que ésta es una profesión muy individualista. Este tipo de jornadas sirven para vernos, contarnos nuestras cosas, intentar buscar soluciones a problemas que normalmente encontramos en nuestra profesión...», indicó.
En ese sentido, esperarán a ver cómo transcurre la convocatoria del sábado, así como la acogida que pueda tener, para que después «podamos ir puliéndola poco a poco», agregó.Danimaiz preside la Asociación Profesional de Ilustradores de Euskadi, creada en noviembre de 2003. Al dar cuenta de esta nueva cita de Bilbo, vuelve la vista atrás para recordar cómo en principio, aunque a nivel estatal había diferentes asociaciones, «pensamos que en Euskadi había que cubrir ese hueco de alguna manera. La intención fue que fuera una asociación que respalde, que represente un poco al gremio, y que informe, asesore y preste una serie de servicios a sus asociados. Es decir, cubrir el hueco que existía, con el objetivo de respaldar al profesional. Y es que el ilustrador es un profesional muy individualista, que muchas veces está desinformado, y necesita saber de sus derechos y obligaciones». Durante estos años, su labor ha tenido buena acogida, sobre todo en aquellos que empiezan en el sector.
«Creo que aqui si hay un mercado propio interesante»
BILBO Danimaiz considera que el mercado de la ilustración en Euskal Herria «no está mal». Si bien admite que aún no se puede equiparar con el mercado editorial de lugares como Barcelona o Madrid, el presidente de la APIE-EIEP resalta que aquí cuentan con el bilingüismo, factor que posibilita de algún modo que el mercado sea también más amplio. «En general está bastante bien. Estamos en progreso, somos un país que en este sentido está despertando ahora... Es decir, el mer- cado está bien, aunque podría estar mejor. Seguimos tratando de que el ilustrador sea reconocido, tanto social como profesionalmente, y para ello hay que dar muchos pasos. Pero, en general, bastante bien». Preguntado sobre las principales carencias o dificultades con las que se encuentran en el día a día, Danimaiz apunta de nuevo al «reconocimiento: a la hora de hablar de derechos, al no estar reconocidos, se desconoce esa información por parte de editores o gente que contrata al ilustrador. Eso influye y afecta al profesional, y creo que es la clave, que socialmente no esté reconocido y no tenga un valor específico como puede tener cualquier otro artista o profesional». Por el reconocimiento Por ello, incide en que «lo primero por lo que luchamos es por que tenga un reconocimiento social, y luego profesional. Y es que son las masas las que mandan, y, si se reconoce al ilustrador socialmente, siempre se puede exigir más en lo profesional». Según explica, en lo profesional, la asociación que preside trata de ir inculcando a los que contratan los servicios de un ilustrador cuáles son las maneras correctas de hacerlo, cuáles son los derechos que les cubren... «En ese sentido, siempre hay en qué avanzar, porque siempre es poco todo lo que se avanza». De todos modos, en lo que al mercado se refiere (oferta-demanda), cree que «hay un poco para todos. No es necesario salir al exterior para vivir, creo que hay un mercado propio interesante, aparte de la citada problemática por la que estaremos llorando eternamente. Otra cosa es que, personalmente, cada uno quiera avanzar y decida marcharse». La APIE-EIEP está federada dentro de la Federación de Asociaciones de Ilustradores Profesionales española y en la European Trasnational Illustrators, a nivel europeo. Danimaiz destaca al respecto que todo ello es «enriquecedor e interesan- te. De algún modo, nos ayudan a que esto siga rodando en condiciones. Se avanza mucho más creando o teniendo una red de este tipo como soporte».
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