Joxe ABAURREA | Impulsor de la manifestación «Euskal Herriak autodeterminazioa» de Bilbo
«La calle tiene que ser protagonista para dar un nuevo impulso al proceso»
Joxe Abaurrea, uno de los impulsores de la manifestación convocada para el sábado en Bilbo, destaca a dos días de la cita la importancia de la movilización para dar un nuevo impulso a un proceso político actualmente atascado. En este sentido, subraya que hay superar la espiral acción-reacción ante la represión para sentar las bases de un acuerdo que permita a la ciudadanía de Euskal Herria, en su conjunto, decidir su futuro.
Joxe Abaurrea, integrante de la plataforma Iruñea
Berria, es uno de los impulsores de la manifestación que este sábado recorrerá
Bilbo tras una pancarta con el lema «EuskalHerriak autodeterminazioa». Una
marcha que, según subraya, «no supone un ritual» sino una aportación para que la
sociedad vasca inste masivamente a «desatascar el proceso».
La iniciativa «Euskal Herriak autodeterminazioa» empezó con actos locales, y apenas dos meses después se lanza a una manifestación nacional. ¿Por qué?
El salto busca hacer confluir en un mismo punto todos los esfuerzos que se están llevando a cabo a lo largo y ancho de Euskal Herria para trasladar un mensaje muy claro:que la solución alhistórico conflicto político que existe en Euskal Herria pasa necesariamente por reconocer la existencia de este pueblo y, en consecuencia, por su derecho a decidir y su ámbito territorial.
El PSOE sigue sosteniendo que la autodeterminación es una demanda abertzale, una reivindicación que únicamente hace una parte de la sociedad. ¿Qué es lo que le responde?
Este es un debate viejo. En los manuales de Derecho se habla claramente sobre el derecho de autodeterminación. No está estrictamente vinculado a lo que fueron los procesos de descolonización ni tampoco es una cuestión que se pueda incluir dentro del ámbito político partidista. Precisamente, la reivindicación fundamental que se establece es que Euskal Herria necesita un marco democrático básico para poderse desenvolver en la medida que lo quiera la mayoría de la ciudadanía. Por tanto, no es una cuestión de proyecto abertzale o no, sino que se refiere a las bases de la estricta y pura democracia. A estas alturas, ese debate está ya superado, aunque elPSOE quiere mantener todavía ese tesis como elemento que le pueda dar fuerza en el plano negociador.
Patxi López se ha manifestado en contra del derecho de autodeterminación mientra afirma admitir el derecho a decidir, pero dentro de las competencias de cada cual. ¿Es posible avanzar hacia una solución sobre esa clave?
En principio, la base fundamental es el reconocimiento de que existe un pueblo y que como tal tiene el derecho a decidir. La idea de un pueblo se corresponde con un sujeto y con un derecho de autodeteminarse, es decir, de decidir libremente su futuro. Los acuerdos a los que se pueden llegar en ese punto de encuentro tienen que ser para desarrollar esa primera constatación. Pero el fundamento de todo está en el reconocimiento de que existe un pueblo.
¿Cómo ven la postura del resto de formaciones políticas vascas? ¿Es posible movilizarlas en defensa del derecho de autodeterminación?
En el panorama político actual se mezclan varios conceptos. Se mezclan los procesos electorales cercanos o la correlación de las distintas fuerzas. Pero, en principio, el planteamiento de la izquierda abertzale es muy claro y muy nítido. Los derechos hay que reconocerlos independientemente de la correlación de fuerzas. Esa corre- lación de fuerzas permitirá después que ese derecho se aplique en un sentido o en otro. Pero el derecho tiene que existir independientemente de las posibilidades de aritmética electoral que se produzcan en un momento determinado.
El impulso dado en las últimas semanas a demanda de autodeterminación, ¿significa que la territorialidad queda en un segundo plano?
Los dos conceptos van necesariamente ligados y son inseparables. El concepto de territorialidad se da porque es im- prescindible definir un sujeto. Los derechos son importantes en la medida que existan sujetos que los puedan desarrollar. Si no, no dejan de ser cuestiones de carácter puramente academicista. Probablemente, tras el debate sobre el derecho a decidir subyace quién es realmente el sujeto que tiene que desarrollarlo. Por lo tanto, bajo el lema «Euskal Herriak autodeterminazioa» se encuadran los dos conceptos. Por un lado, la idea de que Euskal Herria, en su globalidad, es un pueblo; y por otro, que le corresponde al derecho a ejercer su autodeterminación.
La manifestación del sábado se ha planteado también como un impulso al proceso político, que parece claramente estancado. ¿Una movilización de este tipo es efectiva para mover a su vez a los agentes?
Una manifestación de este tipo no es un ritual. Es importante porque tanto a París como a Madrid hay que demostrarles que éste es un proceso que lo está avalando Euskal Herria como pueblo, como conjunto de ciudadanos y ciudadanas. Por tanto, en un momento en el que el proceso atraviesa una situación delicada, a la izquierda abertzale le parece fundamental que sea el propio pueblo quien directamente haga un llamamiento expreso a todas las partes a que el proceso asuma un nuevo impulso en el sentido positivo. La calle tiene que ser ahora el protagonista. Sin duda alguna, una asistencia multitudinaria a una movilización así es muy importante como contribución para desatascar y hacer avanzar el proceso.
En estas últimas semanasse ha registrado un incremento de los ataques represivos. ¿Cómo se pueda salir de esta espiral?
Esta es precisamente una de las cuestiones que queremos denunciar con esta manifestación. Hay quien tiene la tentación, en este caso el Estado español, de hacer un proceso que se vaya introduciendo en parámetros exclusivamente técnicos y con una izquierda abertzale debilitada y acosada por diferentes cuestiones represivas.La manifestación quiere dejar bien claro que un proceso sólo puede transcurrir correctamente si se abordan en su verdadera dimensión las bases políticas sufi- cientes y si, además, hay un respeto y una libertad de actuación de todas las partes implicadas. Se pretende hacer una presión sobre la izquierda abertzale para debilitar sus posiciones en la mesa de negociación. Lo que hay que plantear es que cualquier acuerdo que pueda ser base sólida para dar pasos adelante en el proceso tiene que partir del reconocimiento y del respeto a todas las partes y, en este caso, a la izquierda abertzale.
Tras convocarse lamanifestación, Patxi López señaló que estaba «harto de órdagos» e instaba a la izquierda abertzale a «hacer los deberes». ¿Qué le respondería?
Habría que decirle a Patxi López que lo que Euskal Herria en su conjunto y el proceso necesitan es sinceridad, honestidad y un punto de atrevimiento. La izquierda abertzale no sólo hace sus deberes, sino que está actuandocon un nivel importante de responsabilidad. Precisamente en la responsabilidad que asume la izquierda abertzale es donde hay que enmarcar esta manifestación. No se trata de un órdago, sino de un ejercicio de responsabilidad en favor del propio proceso político.
Trasuna movilización con el mismo lema, tres mahaikides fueronimputadas por la Audiencia Nacional española. ¿Se tiene en cuenta esta circunstancia a la hora de organizar la manifestación del sábado?
Si cada una de las actuaciones de la izquierda abertzale tuviésemos que medirla en función de la reacción de la Audiencia Nacional, nos queda- ríamos paralizados. Incluso en un ambiente tan hostil como el de las últimas fechas, la izquierda abertzale lo que hace es decir que hay que seguir adelante porque no podemos quedarnos presos de esa espiral de acción-reacción en el ámbito represivo. -
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