Ecologistas denunciarán en Europa la política respecto al lobo
Colectivos conservacionistas y ecologistas han anunciado que denunciarán ante la Comisión Europea las políticas que las administraciones vascas desarrollan en relación al lobo. Acusaron a la Diputación de Bizkaia de «querer exterminar» esta especie, atendiendo a las declaraciones realizadas por el director de Montes y Espacios Naturales, Agustín Sarria y apostaron por cambiar «el sistema ganadero» vigente.
BILBO
Colectivos conservacionistas y ecologistas anunciaron ayer la interposición de una denuncia ante la Comisión Europea por la política que las diferentes administraciones desarrollan en relación al lobo. Los denunciantes sustentan su iniciativa en la Directiva de Hábitats que considera este animal como una especie de interés comunitario y que, en el caso de Euskal Herria, puede ser objeto de medidas de gestión.Lejos de políticas de gestión desarrolladas en otras latitudes y en diferentes realidades del Estado español, como Castilla y León, Galicia, Cantabria o Asturiasn, tendentes, con mayor o menor acierto, a buscar el equilibrio del sector ganadero, con la presencia del lobo, ecologistas y conservacionistas consideran que la política desarrollada por la Diputación de Bizkaia son asimismo críticos con el Gobierno de Lakua y aminoran su denuncia en el caso de la institución foral alavesa busca el «exterminio» de esta especie. Ekologistak Martxan, Grupo Lobo Euskadi, Izate, la Sociedad Ornitológica Lanius y la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL) reconocen que la vuelta del lobo a los montes de Euskal Herria «ha traído unas consecuencias negativas para un sector ganadero que se había olvidado de él, pero es evidente que la ganadería, tal y como se entendía hasta la fecha, con ovejas en régimen extensivo, sin vigilancia, es incompatible con la presencia del cánido, algo tan evidente como que esta presencia es inevitable y responde a hechos naturales». En este contexto, critican también algunos de los planteamientos de sindicatos agrarios y ganaderos, en general, y tildan de «demagógico» el lema del sindicato EHNE que liga expansión del lobo y final de la actividad ganadera ovina.
Lobo y ganadería, compatible
Consideran que, de la misma forma que «los ganaderos piden a las administraciones que eviten la entrada del lobo» y su asentamiento en territorio vasco, «lo mismo podrían pedir los ganaderos de Asturias, Castilla y León... lugares con poblaciones de lobos y, curiosamente, también actividad ganadera».Pero la mayor crítica la dirigen a los responsables de la Diputación foral de Bizkaia. Ante las declaraciones del director foral de Montes y Espacios Naturales, Agustín Sarría, quien manifestara que harán «todo lo posible para que el lobo no colonice nuestro territorio; hay que evitarlos» y añadiera que si se comprueba que «merodea nuestros montes, damos luz verde a las batidas especiales», consideran que se sitúa el deseo de «exterminar a la población de lobos». El portavoz de Grupo Lobo Euskadi, Andrés Illana, manifestó que «las batidas especiales pueden situarse fuera de la Orden General de Vedas, según la cual, el lobo sólo se puede cazar después de verificarse daños al ganado». Junto a ello, Illana considera «inconcebible que una sociedad que se dice moderna y con sensibilidad sostenible y ecológica convierta Bizkaia en la primera provincia sin lobos, por decreto». Juan Angel de la Torre, de ASCEL, fue más allá. Pidió la dimisión de Sarría, recordó que en la heráldica de Bizkaia está presente el lobo, calificó de «obsoleto» el lenguaje del director de Espacios Naturales y añadió que «la ‘profesión’ de pastor deriva, en buena parte, de la existencia del lobo. Los lobos van a seguir intentando colonizar espacios y decir que no entrará genera frustración entre los ganaderos». En cualquier caso, los convocantes de la rueda de prensa ofrecida ayer instaron al diputado vizcaino de Agricultura a reunirse con ellos para exponerle su punto de vista de las políticas con respecto al lobo y añadieron que, en la medida que las palabras de Sarría «no han sido matizadas ni desmentidas por parte de la institución, creemos que debería informarse a los consumidores en las etiquetas de los productos que procedan de las explotaciones ganaderas de Bizkaia, ya que tenemos derecho a conocer que unos productos ganaderos se están elaborando a costa del exterminio de una especie de la fauna silvestre».
En Araba, «más receptivos»
En cuanto a la Diputación de Araba, se refirieron al director de Medio Ambiente, Yagoba Gómez, para matizar que su postura está siendo más receptiva. Citaron que han cifrado en dos el cupo de lobos a cazar por batida, junto al hecho de que la Diputación alavesa asume que la presencia del lobo «es inevitable y que hay que aprender a convivir con él», aunque añaden que «las políticas de esta administración no van acordes con estas palabras». Criticaron, asimismo, el hecho de que el Gobierno de Lakua no incluyera el lobo unos 2.000 en toda la península ibérica, dijeron en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, pese a que sí recogiera especies como la marta, el turón o la cigüeña blanca 200.000 parejas en el mismo territorio, algo que los conservacionistas calificaron de «incongruencia». Se mostraron favorables a acometer medidas de gestión del lobo, tal y como se recoge en la Directiva de Hábitats y añadieron que el lobo «no pone en jaque la ganadería, sino que cuestiona un sistema ganadero en concreto, que debe cambiar en muchos aspectos».
24 individuos en un entorno de baja densidad humana y alta presencia de jabalíes y corzos
BILBO El último estudio realizado por Grupo Lobo Euskadi, en base a la recogida de excrementos y posterior análisis de ADN, cifra en 24 los individuos de lobo que conforman la población, posiblemente asentada, en un área de 2.700 kilómetros cuadrados, repartidos en Burgos, Cantabria y el extremo occidental de Euskal Herria. Uno de los cuatro gupo familiares en los que se repartiría esta población se localizaría en el entorno de Karrantza. Según las apreciaciones de este colectivo conservacionista, los individuos de lobo que aparecen en tierras vascas provienen del norte de Burgos y el sur de Cantabria, provincias españolas en las que se asienta «poco más del 10% de la población total de lobos peninsulares», por lo que se puede concluir que «se produce una expansión de los efectivos de estas poblaciones, un hecho natural e irrefutable, prácticamente imposible de evitar, a no se rque construyamos un muro en la muga con esta provincias», aseguró Andrés Illana. El lobo ha sido «una especie más de la fauna», extinguida en Euskal Herria hacia 1950, por la persecución a manos de humanos y para la que se utilizó también veneno. Illana añadió que desde los 70 comenzó «una lenta y progresiva recuperación de la población lobuna» que respondió a factores como «el abandono de los núcleos rurales, la consiguiente regeneración de la vegetación natural y el incremento del jabalí y el corzo, especies básicas para el lobo». A finales de los 80 se observaron «lobos divagantes» en el occidente de Euskal Herria, que se han incrementado en los últimos años. Jabalíes, corzos, alta densidad El escenario dibujado lleva a los grupos conservacionistas y ecologistas presentes ayer en Bilbo a considerar «totalmente falso» el mensaje, según el cual, el lobo no puede mantenerse, de forma natural, ya que se trata de un territorio muy humanizado y el lobo no dispondría de presas salvajes, teniéndose que alimentar, exclusivamente, de basureros y ganado doméstico. Andrés Illana matizó que las comarcas de valles alaveses y Enkarterriak, donde ha vuelto el lobo, «se caracterizan por una baja densidad de población 6,4 habitantes por kilómetro cuadrado y una alta densidad de jabalíes y corzos entre 6 y 8 corzos por kilómetro cuadrado en Gaubea; en Araba se matan anualmente entre 900 y 1.000 jabalíes; en Enkarterri amplían el período de caza de ambas especies. Los colectivos presentes en Bilbo llamaron a «huir del debate simple, en el que parece que quieren entrar los ganaderos, de poner a la sociedad entre la disyuntiva entre lobo o ganadería, cuando en prácticamente toda el área de distribución del lobo existen ganaderos, y no ha desaparecido la ganadería por culpa del lobo». Aludieron, asimismo, a los «daños colaterales» que producen las batidas, ya que «se utilizan cohetes y no se puede olvidar que la media para matar un lobo es de doce batidas realizadas».
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