Joseba ITURRIA

DONOSTIA

La Real tiene una oportunidad ideal para conseguir la primera victoria en Liga ante un Espanyol que llega con Ernesto Valverde cuestionado tras la eliminación de la Copa contra un Segunda B, el Rayo Vallecano, y un solo triunfo ante el Celta en la tercera jornada de Liga.

Los periquitos no han roto la dinámica negativa que casi les envía a Segunda la pasada temporada con Lotina en el banquilllo, un descenso que sólo evitaron gracias al gol de Coromina en el último suspiro del partido que despidió la Liga contra la Real. Llevan cinco partidos de Liga sin perder ­todos saldados con empates­, pero una derrota hoy puede suponer la destitución de Valverde.

Su equipo ha ganado en sus dos últimas visitas a Anoeta, pero para hacerlo hoy debe romper su negación en los partidos de lejos de Montjuic. Tiene problemas como la Real de cara al gol ­los dos equipos blanquiazules son junto a Osasuna y Mallorca los que menos goles han marcado con cinco­ y es el único que no ha logrado ninguno fuera de su casa. Empató sin goles en los campos de Villarreal y Levante y perdió en Mallorca (1-0) y Zaragoza (3-0). Defensivamente no está mal, ha encajado la mitad de los goles de la Real, pero sus problemas en ataque le impiden ganar y una derrota hoy le dejaría al borde del precipicio. Para la Real el triunfo le acercaría a sólo tres puntos de un rival directo, mientras que la derrota agravaría aún mucho más la situación al alejarle a nueve.

Por eso y porque serviría para reforzar la unión entre equipo y afición y para alimentar la esperanza que representó la llegada de Lotina es muy importante ganar hoy un encuentro en el que el técnico de Meñaka parece dispuesto a dar continuidad a su equipo básico con la entrada obligada de Díaz de Zerio en lugar de Kovacevic.

Si se confirma este once, sólo dos extranjeros jugarán de salida en una clara demostración de que los refuerzos llegados en los últimos catorce meses no han mejorado lo que había. De hecho, poca diferencia hay entre Bravo o Riesgo y entre Mikel Alonso y Diego Rivas. Este bloque está en una línea de mejora que aún no ha resultado suficiente para ganar. Las claves para hacerlo esta tarde estarán en aprovechar un centro del campo defensivamente fuerte con Rivas, Garitano, Gari y Aranburu para presionar bien la salida del Espanyol y recuperar el balón arriba para llegar con rapidez al área rival, controlar la conexión De la Peña-Tamudo y evitar las jugadas de estrategia cerca del área por el peligro del primero en sus lanzamientos y defenderlas y atacarlas bien pese a la pérdida en esa faceta de Kovacevic.

¿Qué entrenador no se juega el cargo este domingo?

DONOSTIA

Ernesto Valverde comentó ayer que no se siente más presionado que en anteriores ocasiones, pese a que una derrota en Anoeta complicaría mucho su futuro. «¿Qué entrenador no se juega el cargo este domingo? Sabes cómo funciona esto y a qué debes atenerte».

«La relación con el presidente siempre ha sido cordial y a mí siempre me ha apoyado», agregó.

«Cometimos un grave error y estamos pagando la penitencia, pero debemos dar un paso adelante"» dijo. No obstante, no cree que se trate «del partido del siglo porque fue el del año pasado, aunque este encuentro es muy importante por los puntos y porque la Real Sociedad está en nuestra Liga. Anímicamente también es vital porque, después del buen partido del domingo, el miércoles acabamos hundidos».

Para Valverde es una situación para poner a prueba a sus jugadores. «Son días difíciles, aunque a la larga es una buena situación para observar y para probarnos todos y colocarnos todos en nuestro sitio. Cuando las cosas van mal o hay situaciones críticas es importante», subrayó.

Valverde señaló que Lotina «parte con cierta ventaja porque conoce a los jugadores, el funcionamiento del equipo y conoce cómo respira el equipo, pero en el fondo, tampoco es tanta ventaja.

«Además, nosotros conocemos también sus virtudes y sus defectos», añadió.

En este sentido, apuntó que la Real Sociedad puede acusar «los nervios y la angustia de los últimos partidos».