El acompañamiento de batería machacón, sin matices, en “Deeper”, pieza con la que se abrió el concierto de esta poderosa banda catalana, hacía presagiar una sesión de rithm and blues a palo seco. El jazz parecía quedar a una distancia sideral, sobre todo si comparábamos lo escuchado con los polirritmos cruzados de Elvin Jones, por poner un ejemplo. Pero los presagios no siempre se cumplen y cuán equivocados estábamos lo demostrarían enseguida los siguientes temas: “Bad case of love” o “Hard driving” (título, además, del último álbum del cuarteto).

Aquí nos topamos de bruces, para nuestra sorpresa, con el soberbio virtuosismo y la capacidad improvisatoria de Joan Pau Cumellas a la armónica, en quien creímos percibir la influencia de Charlie McCoy, y de Andreu Martínez a la guitarra eléctrica: todo un cúmulo enciclopédico de influencias bien asumidas. Este último, autor de casi todos los temas interpretados, pertenecientes con contadas excepciones al reciente “Hard driving”, era un viejo conocido del club donde había actuado con un trío genuinamente jazzístico (el “Andreu Martínez Project”) mostrando ya entonces su dominio técnico y su propensión a darle un toque blues-rock a sus composiciones. Con Mr. Hurricane, su banda alternativa, ha podido incurrir por completo en este ámbito, sin renunciar a la calidad y riqueza de su punteo, y a la posibilidad de desarrollar complejas y afortunadas improvisaciones como las presentes en “Four on the road”, que aunque se inició como un country blues fue, a la postre, el más jazzy de todos los temas interpretados en esta noche de ritmo imparable. A cuyo buen resultado contribuyeron sin duda el disciplinado bajista Ramón Vagué, perfecto secuaz rítmico, y el batería Pere Foved, fiel compañero de Martínez en todas sus aventuras musicales, y autor de un solo de altura que sirvió para rubricar la calidad general de esta excelente banda de blues, integrada por expertos conocedores del jazz. -

Javier ASPIAZU