Después de la magnífica impresión que dejara en el Club el año pasado, y de la meteórica ascensión en su carrera, tras la aparición del primer disco “Introducing Javier Vercher trío”, era casi obligada su reaparición entre los aficionados de Bilbo.

El cubano Arturo Stable a las percusiones, el chicano Edward Pérez al contrabajo y Vercher a los saxos tenor y soprano sorprendieron por la conjunción y el profundo entendimiento de que hicieron gala en todo momento. Se conocen de la escena neoyorkina, donde cada uno de ellos tiene sus propias formaciones, pero sólo hace algunos meses que decidieron tocar juntos. Esta era la primera vez que el grupo se presentaba en público interpretando temas propios y el resultado no ha podido ser más atractivo. Si el tono general de la primera parte fue cercano al free, con un fraseo y un afán improvisotorio muy coltraneanos por parte de Vercher (en quien es inevitable rastrear la influencia de Rollins en el sonido o de Shorter en la forma de componer), tras el descanso pudimos escuchar versiones singularmente rítmicas de Ornette Coleman, temas al soprano de intenso lirismo y composiciones, como las de Arturo Stable, que aun sin renunciar a las complejidades del jazz contemporáneo permitieron el lucimiento de estos tres apabullantes músicos y el disfrute del público. Un conciertazo que nos ha permitido redescubrir a un superdotado del saxo, cuyas ideas parecen surgir sin esfuerzo. Ojalá lo que oímos sea pronto registrado en disco. -

Javier ASPIAZU