DONOSTIA
Juan Martínez de Irujo y Aimar Olaizola disputan hoy en Gasteiz (Ogeta, 18.15, Telecinco) el partido más esperado desde que conocimos los nombres de los cuatro pelotaris clasificados para semifinales. Ambos ganaron sus partidos de la primera jornada y, por lo tanto, el que hoy llegue al cartón 22 habrá dado un paso de gigante para estar en la finalísima del próximo 10 de diciembre.
Principales candidatos por parte de Aspe y Asegarce, respectivamente, cualquier enfrentamiento entre ellos crea una expectación fuera de lo normal. No en vano, se han enfrentado en las tres últimas finales que se han disputado en el Parejas, en el Manomanista y en el Cuatro y Medio Navarro. La cita de hoy tiene mucha pinta de final anticipada.
Pero es curioso que un enfrentamiento llamado a convertirse en un clásico de la pelota a mano nos ofrezca tan sólo un precedente dentro de la jaula. Se trata de la final del Campeonato Navarro que se disputó el pasado 7 de julio, día de San Fermín. Tras un bonito duelo, Irujo se hacía con su primer título del acotado en el camo profesional superando 22-15 a un agotado Olaizola II.
En este momento, tanto uno como otro llegan mucho más frescos al partido, con semanas de entrenamiento más o menos específico, y una concentración que durante los partidos de verano es imposible de mantener. Son ingredientes que deberían asegurar un choque jugado de poder a poder.
En el caso de Juan Martínez de Irujo, que ha eliminado a Saralegi (22-19), Berasaluze IX (22-16) y Xala (22-9) para poder llegar a semifinales, el saque se ha convertido en la mejor herramienta para complicar la vida a sus rivales. Ha logrado 25 tantos con la jugada inicial y él mismo ha declarado que todavía puede mejorar más en esa importante faceta.
En lo que a Aimar Olaizola se refiere, lo que más ha llamado la atención ha sido su excelente estado de forma. Al de Goizueta se le ve muy fino y, tras superar a Gonzalez (22-8) en cuartos, pudimos comprobar su extrema rapidez de movimientos en el alocado partido jugado contra Titín III. Su gran defensa fue la base inicial indispensable para acabar imponiéndose al riojano.
Es muy posible que el choque de hoy nos ofrezca nuevos e interesantes detalles sobre el juego de cada uno. Un Ogeta a rebosar y la presión ambiental pesarán sobre los hombros de los protagonistas, no cabe duda, y deberán demostrar, una vez más, que son pelotaris capaces de hacer frente incluso a las situaciones más difíciles. La suerte está echada y los aficionados están ansiosos. Que comience el espectáculo.
