BEIRUT

El féretro de Gemayel fue llevado desde la sede de los Kataeb (Falange Libanesa)­ultraderechistas inspirados en los nazis y los camisas azules franquistas­ en Saifi, en el centro de Beirut, hasta la catedral. Según avanzaba el féretro se iban oyendo insultos y gritos contra Siria, mientras se veían pancartas como: «Siria, basta de matar al régimen» (libanés),«Somos rehenes de Israel, Siria e Irán» y una foto del presidente sirio, Bachar Al Asar, con el lema «Nos empuja hacia una guerra civil». Otras pancartas iban contra el presidente Emile Lahud. Una le decía que «pronto te veremos ante el tribunal».

En ese ambiente, el padre del finado, el ex presidente Amin Gemayel, enterró también la moderación y la sensatez de la que hizo gala el día del atentado para mostrar otro rostro.

Amin Gemayel consideró el funeral como el punto de partida de la «segunda Intifada» libanesa que dijo acabará con el cambio de presidente en el país, el prosirio Emile Lahud. Amin Gemayel aseguró que «igual que el ex presidente asesinado Bashir Gemayel vive entre nosotros, todos los mártires de esta intifada de independencia están viviendo entre nosotros». «La muerte del primer ministro Rafic Hariri es lo que provocó esta Intifada y hoy la segunda intifada ha sido lanzada», según recogió el diario israelí “Yediot Ahronot”.

El ex presidente arremetió contra Lahud e instó al cambio de presidente, que dijo que «se producirá desde arriba». Gemayel demandó una reforma y un nuevo presidente para evitar que el «extremismo se haga con el poder». «El inicio de la cuenta atrás para la elección de

un nuevo presidente ha comenzado», apuntó, «así como hacia el logro de la verdad y el establecimiento de un tribunal».

El jefe de las Fuerzas Cristianas Libanesas, Samir Geagea, fue otro de los personajes que habló: «Siria y sus aliados quieren provocar una confrontación sobre la celebración de un juicio», en referencia al tribunal creado por Occidente para juzgar a los supuestos autores de la muerte de Hariri.

Por su parte, Saad Hariri, hijo del fallecido Rafic Hariri, y líder del bloque antisirio que domina el Parlamento, habló de unidad en su discurso ante la multitud. Pidió a los musulmanes suníes y líderes cristianos que se unieran a la coalición antisiria, pero evitó hablar de los musulmanes chiíes.

Nadie habló tampoco de Israel, gran beneficiado de la división libanesa tras la agresión del pasado verano, que este atentado también entierra.

Europa apuesta por dialogar con Damasco

PARIS

La mayoría de las cancillerías europeas son favorables a dialogar con Siria para resolver la crisis permanente de Oriente Medio pese a la muerte de Pierre Gemayel y la hostilidad mostrada por París contra Damasco.

«No hablar con los sirios no es una solución», afirmó ayer el primer ministro italiano, Romano Prodi, que también es partidario de dialogar con Teherán.

Desde Madrid, una fuente diplomática española aseguró que la muerte en atentado de Pierre Gemayel «no modifica» su política de diálogo con Siria. Madrid matizó además que «por el momento no hay pruebas que impliquen a Siria» en un atentado que podría «perjudicar la posición siria» en la zona.

Gran Bretaña también advirtió sobre las acusaciones prematuras contra Siria. La ministra de Exteriores británica, Margaret Beckett, dijo que «mucha gente ha señalado a Siria, pero está claro que es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas».

Alemania, por su parte, aseguró que ninguna solución duradera para la región será posible sin contar con Siria.