BRUSELAS
La cumbre UE-Rusia de hoy no podrá lanzar, como estaba previsto, las negociaciones para un ambicioso acuerdo de cooperación debido a que los europeos no lograron ayer que Polonia levante su bloqueo al mandato para iniciar el proceso.La presidencia finlandesa de turno de la UE no logró superar el escollo de Varsovia, que insiste en que Rusia levante su embargo a las exportaciones polacas de carne y plantas, impuesto hace un año por motivos sanitarios.
A pesar de ello, la cumbre tendrá lugar hoy en Helsinki, con la participación de los principales líderes de la UE: el primer ministro finlandés, Matti Vanhanen, el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, así como el presidente ruso, Vladimir Putin.
Hubo quien intentó restar importancia a la falta de acuerdo dentro de la UE. «No hay que dramatizarlo en exceso», dijo el embajador finlandés ante la Unión, Eikka Kosonen, quien recalcó que la cumbre de Helsinki tiene aún que tratar «muchos otros asuntos», como cuestiones de política exterior (Irán, Oriente Medio o Corea del Norte), así como asuntos medioambientales o de Justicia e Interior.
«La relación con Rusia es seria y sólida», por lo que la falta de acuerdo para lanzar las negociaciones «es un contratiempo, pero nada más», señaló la portavoz de Solana, Cristina Gallach.
Fuentes comunitarias indicaron que ayer ni siquiera hubo un debate entre los embajadores de los Veinticinco y que la presidencia se limitó a realizar una serie de propuestas al representante polaco, que las discutió con su Gobierno y posteriormente rechazó.
Controles sanitarios «ligeros»
La presidencia ofreció a Polonia garantías de que sus preocupaciones en exportaciones agroalimentarias y energía serán tenidas en cuenta durante todo el proceso negociador con Moscú, pero Varsovia no cambió de postura, explicaron.El veto se mantuvo incluso después de que Durao Barroso hablara el miércoles con el primer ministro de Polonia, Jaroslaw Kaczynski, para manifestarle su apoyo pero también para pedirle que Varsovia levantara sus reservas.
Según explicó una portavoz de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde, el presidente de dicho órgano comunitario considera la prohibición rusa a las importaciones cárnicas polacas «desproporcionada» y pedirá en Helsinki al presidente ruso, Vladimir Putin, que revoque «con urgencia» la medida, adoptada en noviembre del año pasado y que cuesta a Polonia 300 millones de euros anuales.
Otras fuentes diplomáticas de la UE reconocieron que Polonia ha mantenido una posición «muy cerrada» y que Moscú en este caso puede tener razón con los controles sanitarios polacos, que son «ligeros» según los expertos de la Comisión Europea.