AMSTERDAM
El vencedor de las elecciones generales y líder de la Democracia Cristiana del CDA, Jan Peter Balkenende, se enfrenta a la difícil tarea de conseguir aliados para formar un Gobierno de mayoría. Los resultados de los comicios de ayer, en los que la coalición cristiano-liberal sufrió un retroceso pero también la oposición laborista, complican la tarea.
No ayuda el que la oposición laborista (PvdA) haya perdido diez escaños, pero tampoco que el partido socialista (SP) haya ganado 17, o que la extrema derecha antimusulmana del PVV se estrene con 9 escaños.
Las fracciones parlamentarias se reunieron ayer para analizar los resultados en espera de que la reina nombre al «informador» para que estudie las posibilidades para formar gobierno. Lo único que parece claro es que Balkenende no repetirá Ejecutivo con los liberales de derechas, que han perdido 6 escaños.
Solamente con el apoyo del partido antimusulmán (PVV), los cristianos (CU), los calvinistas (SGP) y los demócrata-liberales (D66) se podría hablar de esta posibilidad que a primera vista parece remota.
Además, el apoyo al SP, a los cristianos del CU (Christen Unie) y el hecho de que, a pesar de su caída, los laboristas sigan siendo la segunda fuerza más votada, ha sido interpretado por los políticos de La Haya como un llamamiento a fortalecer el aspecto social en el Ejecutivo.
También está claro que, sea cual sea la composición del futuro Gobierno, éste será al menos tripartito porque ni tan siquiera una posible alianza entre los dos más grandes (democristianos y laboristas, 73 asientos juntos) suman los 75 escaños que se necesitan para obtener la mayoría en el Parlamento.
Tanto los verdes de GroenLinks, que con 7 escaños perdieron uno, y los cristianos del CU, que tienen 6 asientos, tres más que en 2003, podrían ser los terceros en las posibles coaliciones.
El líder de los laboristas, Wouter Bos, insinuó que el avance en votos del SP exige que este partido participe en de las negociaciones para formar gobierno. Ello posibilitaría una coalición entre los tres grandes (CDA, laboristas y SP), en el que la izquierda contaría con un gran peso específico. Pero los programas de los democristianos, por un lado, y de los socialistas (SP) y laboristas (PvdA), por el otro, contienen diferencias difíciles de salvar, en temas sociales y de inmigración.
Otra posibilidad contemplaría una alianza entre los partidos de izquierda (SP, PvdA y GroenLinks), que necesitarían de los cristianos e incluso del Partido para los Animales para obtener una mayoría.