IRUÑEA

No les falta razón. El conjunto rojillo hizo historia el año pasado ­liderato, partidos consecutivos invicto, puntos totales, goles, jornadas en puestos europeos...­ hasta concluir en un cuarto puesto difícil de repetir. Excepcional, sin duda.

Pero, lamentablemente, la actual campaña también lo está siendo, en sentido diametralmente opuesto. No en vano Osasuna está firmando el peor arranque de temporada de su historia en Primera ­aunque no se puede obviar que las exigencias, con tres competiciones a un tiempo, son considerablemente mayores en la actualidad­. Pero lo cierto es que incluso el año de su último descenso, en la temporada 93/94, las cosas le iban mejor que ahora:para la undécima jornada, la escuadra navarra había sumado una victoria más que ahora y, aunque había encajado una media superior a los dos goles por partido, había marcado el doble de los que lleva ahora. Y si llevaba menos puntos ­siete frente a ocho­ es porque, por aquel entonces, las victorias sólo valían dos.

Con el cambio de milenio, Osasuna regresaba a Primera. Siete temporadas en las que ha cuajado mejores y peores actuaciones pero en las que siempre había comenzado mejor que en la presente. Y no es cuestión de rivales, porque once jornadas dan para mucho y si este año ya se ha enfrentado a Barcelona o Sevilla, en las anteriores también se había medido a más de un grande para estas fechas.

Curiosamente, su clasificación sí ha sido peor. En la temporada 00/01, la de su regreso a la máxima categoría, ocupaba el último puesto, y sólo había sumado una victoria, pero tenía un punto más que hoy en día, merced a sus seis empates. También le iban mejor las cosas, aunque por poco, en cuanto a goles anotados y encajados.

Dos años después, en la temporada 02/03, Osasuna volvía a empezar con mal pie. También entonces alcanzaba la 11ª jornada en el 18º puesto, aunque nuevamente lo hacía con un punto más, gracias a sus dos victorias ­curiosamente, ante Sevilla y Valencia­ y sus tres empates ­frente a Villarreal, Barcelona y Celta­. Había marcado, además, el doble de goles que esta temporada, aunque había encajado dos más.

Lo mejor es que, en ambos casos, el equipo acabó salvando el pellejo. Por un solo punto en la temporada 00/01 ­aunque el golaverage le permitió terminar en una discreta 15ª posición­ y con una ventaja mucho más amplia dos años después, cuando concluyó la Liga en la 11ª posición. Curiosamente, ha habido otras temporadas en las que el arranque ha resultado mucho más esperanzador y el bajón de rendimiento ha llegado en la recta final de la campaña.

Así que Osasuna tiene un clavo de esperanza al que aferrarse, aunque deberá espabilar para que no se enfríe. Para empezar, deberá recuperar la fortaleza defensiva que exhibió en los primeros partidos y, sobre todo, deberá afinar puntería. Un apartado en el que sí que no cabe la menor duda:éste es, de momento, el equipo con menos olfato goleador de las siete últimas temporadas.

Para conseguirlo, los rojillos tienen claro que deben empezar por recuperar la confianza. O, a falta de que los resultados la restañen, tirar «de casta», como destacaba anteayer César Krutxaga;en definitiva, de los valores tradicionales del conjunto navarro.