MOGADISCIO
Los combates, que incluían intercambio de fuego de artillería, estallaron a mediodía de ayer alrededor de la localidad de Dinsoor, 110 kilómetros al sur de Baidoa, sede del Gobierno de transición. Tanto éste, apoyado por militares etíopes, como la Unión de Tribunales Islámicos, se responsabilizaron mutuamente de las hostilidades y reivindicaron la victoria.La milicia islamista tomó Dinssor el pasado sábado sin resistencia alguna. El domingo, cientos de combatientes leales al Gobierno de transición comenzaron a concentrarse en los alrededores de la localidad con el respaldo de tropas etíopes.
«Nos han atacado y les hemos vencido. Ahora no vamos a parar nuestra contraofensiva hasta liberar Baidoa», anunció desde Mogadiscio el portavoz del Consejo Supremo Islámico de Somalia (SICS) , Abdurahim Ali Muddey.
Desde Baidoa, situada 250 kilómetros al noroeste de Mogadiscio, el viceministro de Defensa del Gobierno provisional, Salat Ali Jelle, acusó a los «islamistas de atacar nuestras fuerzas en las bases de la rertaguardia de Dinsoor. Hemos combatido y ellos han sufrido muchas pérdidas», aseguró, para sentenciar que «les hemos aplastado totalmente».
Los tribunales islámicos, que controlan gran parte del sur y del centro del país, acusan a Etiopía de utilizar su Ejército para apuntalar el fragil Gobierno de transición y han reiterado sus llamamientos a la yihad contra los etíopes. El Gobierno de Etiopía reconoce sólamente haber enviado a «instructores» para formar a las fuerzas gubernamentales.
Este extremo ha sido una y otra vez desmentido por la realidad. Lo novedoso es que los de ayer son los primeros combates que enfrentan cuerpo a cuerpo a islamistas somalíes y a soldados etíopes.
Ante una multitud de fieles reunidos tras la oración del viernes, el jefe del Ejecutivo del SICS, el jeque Sharif Sheik Ahmed, coincidió en que «nuestras fuerzas han sido atacadas por tropas etíopes, por lo que la gente se levantó y luchó contra los etíopes». El jeque exhortó a los presentes para protestar por la resolución de la ONU que suaviza el embargo internacional de armas que pesa sobre el país para permitir la presencia de fuerzas africanas con armamento.
Manifestaciones similares tuvieron lugar en otras ciudades importantes del país, como Belet Weyne y Kismayo, bajo el lema «abajo con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU».