Txotxe Andueza
Todo por el pueblo, pero sin el pueblo
Nueve meses de alto el fuego de ETA sin muestras de pretender dar a la sociedad cauces de participación y ahora políticos, tertulianos, responsables institucionales... vuelven su cara hacia el público y le «invitan». Ahora que está claro que algo ha ido muy mal, que algo se ha hecho rematadamente mal... quienes atesoran para sí todos los resortes de debate y decisión política y el poder de manejarlos, ahora llaman a la sociedad a que manifieste tal o cual opinión, tal o cual denuncia, tal o cual crítica.
La manifestación que el lehendakari de la CAV ha convocado para este sábado está ahora en boca de todos. Una vez más, representantes institucionales y portavoces de formaciones políticas debaten qué forma le dan a la participación política de la sociedad, se enzarzan en debates, interpretan a su antojo «la opinión pública». Otra vez aquello de todo por el pueblo pero sin el pueblo. Y es seguro que, a pesar de todo y la apoye quien la apoye, esa manifestación será un éxito. Como también fue un éxito la respuesta a la convocatoria del pasado sábado en Anoeta, a pesar de la actuación de la Ertzaintza. Pero ambos éxitos demuestran una sola cosa: la necesidad, el deseo, la voluntad de una parte muy importante de la sociedad vasca (y parte importante de la española) de impulsar, participar, aportar, ser instrumento para la paz, y no ser más la excusa para la confrontación violenta.
Hay quienes por disciplina, incapacidad, apatía, confianza... acostumbran a ver pasar años de conflicto, procesos de paz frustrados, recrudecimientos de la violencia sin llegar nunca a perder la paciencia. Dicen que al final, más pronto o más tarde, las cosas se solucionarán porque estamos condenados a entendernos. No podrá coincidir con ese ilusio- nismo quien considere que sólo a través del diálogo se llegará a la solución, y que sólo con el apoyo y compromiso de la mayoría social se llegará a un diálogo fructífero que desemboque en la paz y en la demo- cracia. En definitiva, quien no se conforma con esperar a que nos abran cauces, a que nos permitan hablar... para darles la razón.
Harían falta muchos ámbitos tipo Ahotsak tal vez menos mediáticos, acaso algo más dinámicos y más participativos para que todo el mundo tuviera su espacio para impulsar, trabajar, apoyar, reclamar, denunciar, colaborar... recorrer caminos democráticos para la paz. -
|