Juicio por el «crimen de Valtierra»
Varios acusados dicen tener pánico a «el Coletas»
·Uno de ellos se muestra dispuesto incluso a declararse autor de las dos muertes
Varios procesados en relación con el doble «crimen de Valtierra» coincidieron ayer en que sienten «pánico» a Juan Carlos Sánchez Uruñuela, «el Coletas». Francisco Peralta, acusado de la muerte de Pablo Castillejo, se mostró dispuesto incluso a declararse autor de las dos muertes «por miedo».
IRUÑEA
La primera sesión de la vista oral por el llamado «crimen de Valtierra» comenzó con la declaración de Francisco Javier Peralta Dolsa, quien sorprendió a Fiscalía y letrados con una nueva versión de los hechos, la quinta desde que fue detenido.La fiscal sostiene que fue Juan Carlos Sánchez Uruñuela, el Coletas, quien preparó un plan para apoderarse, sin pagar nada a cambio, de la droga que Pablo Castillejo y Luis Pérez iban a llevar a una cueva de Valtierra. Sin embargo, Peralta declaró ayer que la idea fue suya y que Juan Carlos Sánchez «se sintió indispuesto» cuando iban hacia Valtierra, y se volvió desde Tutera a Zaragoza. Respecto a lo sucedido en la cueva aquel 27 de noviembre de 2002, afirmó que el paquete llevado por Castillejo y Pérez «no era droga» y que les querían «timar». También dijo que ocurrió «un accidente», que hubo un «forcejeo» y que Castillejo recibió un disparo en la cabeza. «Yo me autoinculpé y dije que le había disparado, pero fue bajo amenazas», afirmó. Peralta admitió que solía consumir «unos dos gramos diarios de cocaína», que le debía 1.800 euros a Juan Carlos Sánchez a cuenta de la droga, que estuvo protegido en la cárcel de Iruñea debido a «amenazas de personas cercanas» a él, que ha estado en tratamiento sicológico y médico y que tomaba ansiolíticos y tranquilizantes. Tras reconocer que había dado cinco versiones distintas de los hechos, pero asegurar que ésta era «la verdadera», dijo que Juan Carlos Sánchez «no tuvo nada que ver» en las muertes de Castillejo y Pérez, y añadió que él estaba dispuesto incluso a declararse autor de las muertes de ambos jóvenes por miedo a represalias. «Tengo miedo físico del entorno de Juan Carlos Sánchez», aseveró. En su nuevo relato de los hechos, Peralta apuntó a David González López como el presunto autor de la muerte de Luis Pérez, y señaló a uno de los acusados que está en paradero desconocido como autor de la muerte de Castillejo.
«Una corbata colombiana»
A la vista de esta declaración, la fiscal optó por llamar a declarar a David González, vecino de Zaragoza, quien acusó al Coletas de haber organizado «toda la operación» y explicó que él había accedido a participar en la misma porque «tenía deudas con él». Tras calificar al Coletas de ser «muy agresivo y violento», González agregó que Peralta es una persona que «se deja llevar» y que en su declaración de ayer había «mentido como un bellaco».A preguntas de la fiscal, González recordó las amenazas del Coletas, quien le dijo que le iba a hacer «una corbata colombiana». El presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial preguntó en qué consistía eso. «Te rajan el cuello de oreja a oreja», explicó. Además, González identificó como el Coletas a Juan Carlos Sánchez, a pesar de que el abogado de este último se esforzó por hacer creer que había «otro Coletas» y que su defendido no era conocido con ese apodo. La sesión matutina, que se prolongó desde las 10.30 hasta las 14.00, se reanudó a las 16.30 con la declaración de Luis Angel Muñoz Domínguez, para quien la Fiscalía pide once años de prisión por tráfico de drogas. Muñoz, vecino de Valtierra y conocido como el Maestro o el Profesor, manifestó ante el tribunal que se encontraba en el interior de la cueva aquel 27 de noviembre de 2002 y que, tras producirse una discusión por la calidad de la droga, «los cuatro zaragozanos sacaron las pistolas» y les ordenaron tirarse al suelo, momento en que oyó un disparo, si bien no precisó quién lo hizo. A continuación, Juan Carlos Murillo, amigo de las víctimas, recordó que en la cueva el Coletas quería «matarlos a todos porque nos han visto la cara».
«Amenazas» dentro del propio Juzgado
IRUÑEA Una de las sorpresas de ayer llegó pasadas las siete de la tarde, nada más concluir la sesión. El hermano de el Coletas, José Manuel Sánchez Uruñuela, amenazó verbalmente en el interior del propio Juzgado a Eduardo Peg, un peluquero que acababa de prestar declaración y para quien la Fiscalía pide tres años de prisión por «encubrimiento» del Coletas. En su declaración, Peg recordó que cortó el pelo al Coletas cuando éste acudió a su casa de Zaragoza para refugiarse y que recibió amenazas de él para que no contase nada. «Le tengo pánico a Juan Carlos, es agresivo y violento», afirmó Peg, y añadió que el Coletas había reconocido que había disparado en la cueva. Las amenazas del hermano del Coletas a Peg fueron escuchadas por un Policía Foral, quien lo llevó ante el presidente de la Sala donde se desarrolla la vista oral. Este ordenó su detención y puesta a disposición del Juzgado de Guardia.
|