Mikel GOMEZ DE SEGURA | Director de la compañía teatral Traspasos
«El pensamiento de Nietzsche se conoce a través de la manipulación»
Friedrich Nietzsche es el punto de partida de la obra «Demasiado humano» dirigida por Mikel Gómez de Segura. El texto de Jaime Romo aborda la figura del filósofo alemán más allá de la imagen de locura que ha transcurrido en la historia y muestra su lado más humano y desconocido. La compañía gasteiztarra Traspasos llegará mañana a Zornotza y el sábado, día 13, representará la obra en Durango.
Es que me comería a este Nietzsche». Esta es la frase que Mikel Gómez de Segura, director de Traspasos, asegura haber oído repetir durante los últimos pases de la obra “Demasiado humano”. La emoción general que suscita la obra alegra a Mikel «porque sin modificar su pensamiento se consigue mostrar un personaje tierno, humano, loco y sensible, lo que provoca que la gente salga entusiasmada de la obra».
¿Cuál es la razón por la que Traspasos se
interesa por hacer una obra sobre el filósofo Nietzsche? El autor del texto es Jaime Romo, profesor de filosofía y especializado en la figura de Nietzsche. A Jaime le preocupaba mucho la figura de este filósofo alemán. Descubrió que la biografía de Nietzsche cuenta que los últimos días de su vida se los pasó encerrado en casa de su hermana. En este tiempo, su hermana y el doctor Moebius un personaje que investigó el cerebro humano, fueron los que manipularon realmente el pensamiento de Nietzsche. Jaime lo que ha hecho en este texto es situar los últimos días de la vida del filósofo. ¿Cuánto de real y de ficción sobre la vida
de Nietzsche recoge la obra?
Lo que se cuenta es ficción. Nadie sabe si los últimos días de Nietzsche fueron así. Sin embargo, todo su pensamiento es estricto y real. El gran mérito que ha conseguido Jaime es explicar al público su pensamiento y a su vez hacerlo terriblemente humano, es más, demasiado humano.
¿Pretende de esta forma la obra cambiar la manera de ver al filósofo como un loco?
Nosotros hemos conocido a Nietzsche a raíz de la manipulación de su pensamiento. Era un hombre universal y hablaba de la raza humana como una raza que estaba en decadencia. De repente modifican los conceptos raza humana por raza aria y cambian toda su filosofía y se convierte en lo contrario. El era un visionario. Murió en 1900 y creo que todavía no se conoce su filosofía que a su vez es bastante vanguardista. Estoy convencido de que Nietzsche es el filósofo del futuro.
“Demasiado humano” enlaza tragedia y
comedia. Que estos géneros trascurrieran de manera paralela ha supuesto un reto
para usted. ¿Cómo lo ha logrado? Cuando me lo propuse la gente no se lo creía, ni
siquiera yo, porque a veces imitar modelos es un problema de conocimientos y yo
no lo había hecho nunca. Se trata de un personaje dificilísimo porque apenas se
le conoce y lo que se conoce de él da para atrás. Hacer el personaje, además de
la propia historia, era realmente comprometido y sobre todo hacerlo humano. En
este sentido hay muchos espectáculos que empiezan en tragedia y luego se
convierten en comedia y al revés. De esos en Traspasos durante los diecisiete
años que llevamos trabajando hemos hecho muchos pero yo buscaba que a medida que
comienza la tragedia avance en paralelo la comedia. Lo imaginaba pero no lo
había vivido. Y ahora con esta obra lo he logrado. A medida que avanza la
tragedia, y Nietzsche se muere, el público está cada vez riéndose más.
El año pasado por estas mismas fechas la compañía estrenaba “El tiempo herido”, una reflexión sobre el caos y la globalización que vive la sociedad actual. Otra de las últimas representaciones de Traspasos, “Mario por alusión”, es parte de la obra literaria “Cinco horas con Mario”. ¿Cuenta su teatro con connotaciones filosóficas?
El teatro que hemos hecho en Traspasos desde un principio está trabajado bajo los mismos criterios. Se trata de hacer un teatro vivo, vivo. Es decir, dos veces vivo. Nos basamos en el trabajo del actor, que es el gran comunicador. Y a través de esta figura queremos contar cosas que nos hagan reflexionar, que sean actuales, no por lo moderno de la actualidad, sino que nos hagan reflexionar. Queremos que el teatro sea el espejo de la sociedad. Mucha gente va al teatro porque hay que reírse. Bastantes problemas tenemos en la vida, pero donde hay que reírse es en la vida y donde hay que reflexionar es en el teatro, aunque no por ello tenga que estar alejado del humor. Nuestro oficio es ser inteligente y mostrar esa inteligencia en el teatro.
¿Es pronto para hablar de próximos proyectos?
No, ya tenemos pensado cual será la próxima obra. De momento “Demasiado humano” está de gira y tenemos muchísimas funciones programadas por todo el Estado español. Para más adelante ya tengo los derechos de la obra “La sangre”, de Sergi Belbel, y trabajaremos sobre ella. -
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