Bruselas presenta su política energética como una revolución
Bruselas calificó como «una nueva revolución industrial» su propuesta de política energética, que propone aumentar las energías renovables y la eficiencia del consumo, asegurar el suministro energético de la UE y que las empresas de energía separen sus actividades de producción y distribución.
BRUSELAS
La Comisión Europea propuso ayer pasar a una nueva economía pos-industrial con bajo uso de energías fósiles, con el objetivo obligatorio de que las energías renovables cubran el 20% del consumo para 2020, año en el que se aumentaría la eficiencia del consumo en otro 20%. También quiere que el uso de los biocombustibles represente, al menos, el 10% del consumo de petróleo y derivados empleados en transporte para 2020. Se trata de la primera vez que la CE propone objetivos obligatorios, después de constatar que las cifras previstas en biocombustibles para 2005 (2%) y 2010 (5,75%) no se cumplieron. Sin embargo, menos claro que los objetivos están las fórmulas para alcanzarlos. «Necesitamos nuevas políticas» en el sector energético, afirmó el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, al presentar las iniciativas del Ejecutivo. «Los días de energía segura y barata en Europa se han acabado», sentencia el documento que aprobó la Comisión. También propone diversificar las importaciones de petróleo y gas a fin de asegurar el suministro ante posibles problemas de aprovisionamiento, con más atención a las compras procedentes de Noruega y el Magreb y Asia Central. Las medidas concretas, donde los objetivos se verán matizados por los intereses de los Estados, llegarán en marzo a la mesa de la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE. El paquete de propuestas de la CE en materia energética se ha dado a conocer en medio de la crisis por el corte de parte del suministro de crudo ruso a la UE a través de un oleoducto que transita por Bielorrusia. El incidente ha vuelto a evidenciar la dependencia energética de la Unión, que supera ya el 50% de todo su consumo, y que si sigue aumentando al ritmo actual llegaría al 65% en 2030.
Producción y distribución En cuanto a la eficiencia energética, la Comisión recordó las 75 propuestas presentadas en octubre pasado para lograr una reducción del consumo energético del 20% para 2020, con medidas para optimizar el rendimiento de los sectores de transporte y electricidad. El buen funcionamiento del mercado interior para lograr un máximo de eficacia es otro elemento clave de la estrategia de la CE, que se mostró partidaria de separar las actividades de aprovisionamiento y la propiedad de las redes de distribución de las grandes empresas, a fin de aumentar la competencia en el sector. «Nuestra preferencia es inequívocamente a favor de una separación completa de la propiedad» de las compañías, afirmó Barroso. La otra opción que la CE propone a los líderes, aunque no es su preferida, es la creación de operadores independientes de las redes con participación de las compañías.
Barroso señaló que los análisis de Bruselas demuestran que «los mercados de gas y electricidad no están funcionando como deberían», debido a que las grandes empresas integradas verticalmente dificultan la llegada de nuevos competidores al mercado. «Sin una separación efectiva de las redes de producción de energía de las de transporte y distribución de energía no lograremos la competencia necesaria», recalcó.Pero esta posibilidad ha generado reticencias en varios países, sobre todo en el Estado francés y Alemania, cuyas principales compañías se verían obligadas a desprenderse de parte de sus activos. Bruselas opina que la integración de la producción, suministro y transporte de energía en las mismas empresas limita el acceso al mercado y hace que la inversión en infraestructuras sea insuficiente, y destacó que «los consumidores sufren por ello».
Rusia reanuda el bombeo de petróleo a la UE
El consorcio estatal ruso Transneft reanudó ayer el bombeo de crudo hacia la UE a través de Bielorrusia, después de que el Gobierno de Minsk aceptara revocar un arancel al tránsito del petróleo ruso por su territorio. Este arancel había motivado un conflicto comercial con Moscú, que dejó sin suministro a varios países europeos. El presidente de la CE, Jose Manuel Durao Barroso, se felicitó por el acuerdo pero advirtió a Rusia y Bielorrusia de que tendrán que «reforzar»su credibilidad como suministradores energéticos. -
La Comisión deja la opción nuclear a los Estados pero subraya sus «ventajas»
BRUSELAS La Comisión Europea aprovechó el replanteamiento de su política energética y la necesidad de reducir la dependencia de los combustibles fósiles para colar el debate nuclear con un apoyo tácito a este tipo de energía. Aunque recalcó que se trata de una opción de cada Estado, el documento de la Comisión expuso las «ventajas» que suponen su precio; las reducidas emisiones de gases contaminantes, la menor volatilidad de sus costes y el bajo riesgo de agotamiento de los recursos. «Sin energía nuclear es absolutamente imposible cumplir» con el Protocolo de Kioto para reducir las emisiones de efecto invernadero para 2012, afirmó sin ambages el ministro alemán de Economía, Michael Glos. Más diplomático, el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, subrayó que «nosotros no imponemos» a los países lo que deben hacer en materia nuclear, pero recordó que es fundamental reducir la dependencia de fuentes «más contaminantes». «La Comisión Europea es agnóstica en esta cuestión», aseguró Durao Barroso, pero desea favorecer el que considera un «debate indispensable». La energía nuclear suministra en la actualidad el 14% del consumo energético de la UE y el 30% de la electricidad. Quince de los veintisiete países miembros disponen actualmente de reactores nucleares (un total de 152), liderados por el Estado francés, donde el 80% de la electricidad proviene de esta fuente de energía. En el conjunto de la Unión, la energía nuclear genera la tercera parte de la electricidad y la Comisión advirtió de que, para mantener esta tasa, es imprescindible alargar la vida útil de las plantas existentes o comenzar ya la construcción de otras nuevas. Bruselas apuntó ya la intención de modificar la opinión pública sobre la energía nuclear afirmando en su documento que que «los ciudadanos no tienen la información adecuada, especialmente sobre «la contribución a la lucha contra el cambio climático y sobre los riesgos que implican los residuos nucleares». Pese a lo afirmado por su ministro, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo que no habrá marcha atrás en el cierre de las centrales nucleares alemanas, decisión heredada del anterior Ejecutivo de socialdemócratas y Verdes, aunque matizó que «quienes quieren el abandono de la energía nuclear no pueden prohibir a los demás pensar sobre las consecuencias de este proceso».
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