Presentar la energía nuclear como una energía que ayuda a la lucha contra el cambio climático es simplemente una aberración. Sin embargo, la Unión Europea ha hecho público un informe que, sin llegar, por ahora, a aconsejar expresamente a cada estado miembro que impulse una forma de energía que sólo tiene el apoyo de un 20% de los europeos, se pronuncia claramente en favor del retorno a la era nuclear. Tras difundirse un informe que hace un vaticinio desolador sobre los efectos que tendrá el cambio climático en la geografía europea, se hace público este informe que expresa que la energía atómica puede ayudar a la UE a «jugar un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático a nivel mundial». Curiosamente, no se mencionan los riesgos, los accidentes, los costos de la apuesta atómica.. y por descontado tampoco se explica cómo se resuelve el problema de los residuos que dejan las centrales. Valiéndose del evidente problema de las emisiones de CO2 y sacando partido a las guerras del petróleo y el gas en el este europeo, a fin de hacer sentir a la ciudadanía europea que su modelo de vida, es decir de consumo, está en peligro, el lobby nuclear ha ganado una primera batalla. No cabe permanecer de brazos cruzados. -

Se mantiene la estadística

Los datos sobre siniestralidad laboral que el sindicato LAB facilitó ayer muestran cifras que referidas a esa materia no pueden considerarse normales o atribuirse a la inevitabilidad de los accidentes en el puesto de trabajo. Porque 129 muertes en un año no pueden ser inevitables, como no lo pueden ser los más de sesenta mil accidentes con baja. Pero empresarios y administraciones siguen hablando de evoluciones positivas, especialmente referidas a la situación económica; y no de evoluciones negativas, como la referida a la precariedad laboral, primera causa de la elevada siniestralidad. El trabajador encontrado muerto ayer en Sondika debería ser algo más que un número en la estadística. Una estadística que en los primeros días de este año mantiene el porcentaje del pasado. -

Denuncia de torturas

El periodista parisino Sebas Bedouret ha relatado a su abogado que, tras ser detenido en un control cuando, con otras personas ligadas al movimiento de solidaridad internacional con la causa vasca, se dirigía al acto convocado por el movimiento pro amnistía en Donostia, sufrió insultos, presiones, golpes, vejaciones, a cargo de la Guardia Civil, primero en Intxaurrondo y luego en Madrid. El colaborador de Radio Pays permaneció incomunicado durante tres días antes de que, tras negar las imputaciones ante el juez y relatar a éste el trato recibido, fuera enviado a la cárcel de Soto del Real. Es imperativo investigar y esclarecer este caso, pero también reclamar la desaparición de la legislación que permite que haya espacios en los que no hay derechos, sólo impunidad. -