Hasta hace unos cuantos años resultaba casi impensable plantearse en Euskal Herria la construcción de tanatorios con salas propias para musulmanes o de cementerios que no fueran cristianos. Sin embargo, la creciente llegada de inmigrantes con credos y ritos diferentes está animando a algunas empresas a proporcionarles los servicios que demandan en función de sus creencias. Esto es lo que ha hecho el Grupo Irache, una empresa que posee en Nafarroa 37 tanatorios y que ahora ha impulsado la construcción de uno nuevo, en Burlata, que atenderá también las necesidades de la amplia comunidad musulmana que reside en la comarca de Iruñea.El Tanatorio del Arga, como así se denomina este proyecto de próxima construcción, estará ubicado en una parcela de 11.600 metros cuadrados situada en las inmediaciones del cementerio de Burlata y de la ikastola Paz de Ziganda.
Según explica el gerente del Grupo Irache, Manuel Lóciga, el Tanatorio del Arga dispondrá de una sala propia para los musulmanes. «Ellos no suelen usar salas como nosotros tenemos por costumbre, pero sí es diferente la preparación del cadáver», aclara.
Demanda creciente
Este rito consiste en lavar el cadáver, embalsamarlo y envolverlo en una tela blanca, para finalizar con los rezos habituales en memoria de la persona fallecida. Así lo explica Kherkhar Mouloud, un argelino de religión islámica que lleva varios años residiendo en Iruñea y que durante otros muchos ha sido miembro de la Asociación Musulmana de la capital navarra.
La utilización de una sala para poder realizar sus propios ritos había sido una petición que venía reclamando la comunidad musulmana de Iruñerria, y también de otras zonas de Nafarroa, cada vez que usaban los servicios del Tanatorio Irache ubicado en la capital, concretamente en el barrio Donibane.
La empresa ha decidido mantener este local tal como ha venido funcionando hasta ahora, es decir, siguiendo las costumbres y ritos propios del cristianismo, pero incluirá en el Tanatorio del Arga el tipo de servicios que pedían las personas de religión musulmana, «porque hemos visto que la demanda es creciente», reconoce Manuel Lóciga.
El nuevo edificio dispondrá de un sótano y tres plantas, con unos 2.200 metros cuadrados de superficie en cada una de ellas. Además de ocho salas para la acogida de familiares, amigos y conocidos del difunto una de ellas VIP, las nuevas instalaciones dispondrán de una zona de exposición de féretros y lápidas, capilla multiconfesional y un área administrativa en la que el Grupo Irache ubicará su sede central. Además, adosado al edificio se construirá una cafetería-restaurante.
Manuel Lóciga estima que las obras del Tanatorio del Arga se prolongarán aproximadamente durante un año, por lo que la inauguración del nuevo centro se prevé para febrero de 2008.
No habra crematorio
En la parte exterior se habilitará un amplio aparcamiento y un monumento en el que poder depositar las cenizas de las personas incineradas. No obstante, el Tanatorio del Arga no dispondrá de crematorio, tal como tenía previsto en un principio, debido al rechazo que este proyecto suscitó entre los vecinos de los pisos próximos y en la propia ikastola Paz de Ziganda, ubicada a escasa distancia.
El destino que se da a las cenizas del difunto suele ser una de las cuestiones más problemáticas para los familiares. Algunos optan por guardarlas en casa, otros prefieren depositarlas en los lugares destinados a ello en los cementerios, y hay quienes las esparcen en el monte, en el mar o en algún lugar emblemático.
En ocasiones, esta última práctica suele ocasionar vivas polémicas, como ha sucedido recientemente cerca de la localidad navarra de Uxue. En los últimos años, buen número de vecinos de la comarca han coincidido en esparcir las cenizas de sus familiares en la cruz de piedra existente en la carretera de acceso al pueblo, donde suelen hacer una pausa las personas que cada año acuden en romería hasta el santuario de la Virgen de Uxue.
Esta práctica ha generado las quejas de otras muchas personas porque se había acumulado una gran cantidad de cenizas en el lugar, hasta el punto de que el Ayuntamiento pidió de forma pública que no se depositasen junto a la citada cruz de piedra.
Condolencias por internet
El Grupo Irache ya fue pionero en Euskal Herria en ofrecer un servicio de envío de pésames y condolencias a través de internet, que es de gran utilidad sobre todo para las personas que viven lejos o que no pueden trasladarse hasta el propio tanatorio.
«En Barcelona existe un sistema parecido a éste, pero los mensajes los recibe la oficina central y después los reparte a las salas. El nuestro es el primero en el que los mensajes llegan directamente a la sala», comenta el gerente del Grupo Irache.
A través de la página web de este grupo funerario (www. tanatoriosirache.es) los allegados a la familia del difunto pueden enviar sus mensajes de pésame directamente al ordenador instalado en la sala del tanatorio. Si lo desean, los propios familiares pueden contestar desde ese mismo ordenador o hacerlo desde cualquier otro.
Este servicio comenzó a funcionar en junio del pasado año en el tanatorio Irache de Iruñea y en la actualidad ya se está implantando en otros doce. De forma progresiva, se irá ampliando también a los 38 tanatorios que el grupo tiene en otras localidades del herrialde, incluido el que se construirá en Burlata.
«Estamos asombrados por la aceptación que está teniendo este servicio, sobre todo entre las personas jóvenes y de mediana edad. En cambio, las personas mayores apenas lo utilizan, siguen manteniendo las viejas costumbres», precisa Manuel Lóciga.
El gerente del Grupo Irache se muestra satisfecho por la
aceptación lograda por las innovaciones que la empresa está introduciendo en un
ámbito tan tradicional como el funerario, lo que les ha valido para recibir el
certificado ISO de calidad, que les fue otorgado en junio del pasado año. -
Kherkhar Mouloud, argelino residente desde hace varios años en Iruñea, califica de «buena noticia» la iniciativa del Grupo Irache para habilitar una sala donde poder realizar el rito habitual que establece la religión musulmana para sus fieles. Según recuerda, la habilitación de una sala para el propio culto es una aspiración que la comunidad musulmana venía reivindicando desde el año 1998.
Pero una necesidad más apremiante de esta comunidad es disponer de un lugar en el que poder enterrar a sus muertos según sus propios ritos y costumbres. De hecho, vienen reivindicando desde el año 1996 un cementerio propio o que se habilite un lugar dentro de un cementerio de culto cristiano. Esta última posibilidad les fue denegada por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Iruñea, controlado por UPN-CDN.
Por su parte, el Parlamento de Nafarroa les prometió estudiar su petición para construir un cementerio musulmán en algún lugar del herrialde ellos proponen Iruñerria o la Zona Media, pero este asunto se encuentra paralizado.
Por ello, cuando un musulmán muere en Nafarroa lo más habitual suele ser trasladar el cadáver a su país de origen, normalmente Marruecos o Argelia, lo que supone un coste para la familia de unos 4.000 euros de media. «Es un derroche de dinero muy grande», lamenta Kherkhar Mouloud, que recuerda que en Nafarroa viven en la actualidad en torno a 25.000 personas de religión musulmana.
Hasta Zaragoza
Los cementerios musulmanes más próximos a Euskal Herria se encuentran en Zaragoza y Madrid, y en ocasiones recurren a ellos.
«Lo más habitual es llevarlos a Zaragoza, pero no es fácil hacerlo porque tienen sus propias normas. Es decir, no aceptan que sea enterrada allí una persona musulmana que no viva en Zaragoza. Si se muere en Navarra, dicen que tiene que ser enterrada en Navarra», aclara Mouloud.
En Zaragoza no existe un cementerio exclusivo musulmán, sino que se ha habilitado una parcela dentro del cementerio de culto cristiano. «Está integrado uno dentro del otro y nosotros lo aceptamos así, pero en otras ciudades ni siquiera nos permiten eso», lamenta este musulmán, en alusión a los problemas que tienen en Nafarroa para enterrar a sus seres queridos.