Bruselas rechaza una posible incorporación de Escocia a la UE
EDIMBURGO
En caso de que lograra la independencia, Escocia no pasaría automáticamente a ser un estado miembro más de la Unión Europea. Así lo ha manifestado la Comisión Europea. A este respecto, el representante de la Comisión en Escocia, Neil Mitchison, señaló que una eventual independencia traería consigo la apertura de unperiodo de negociaciones con Bruselas para abordar su inclusión en la UE.«Estaríamos ante una situación sin precedentes y, por tanto, requeriría de un proceso de diálogo. Tendríamos que hablar y negociar», declaró en el marco del debate público que se ha abierto en Escocia sobre su posible separación de Inglaterra. El Partido Nacionalista Escocés, el segundo en importancia y que ostenta cerca del 19% de los escaños del Parlamento, es el principalimpulsor de la campaña en favor de la independencia. En su página web deja claro que «ya estamos en la Unión Europea y así seguirá siendo después de la independencia». «Durante las dos últimas décadas, el aplastante peso de la legalidad y la opinión política han coincidido en afirmar que una Escocia independiente sería parte de la UE en los mismos términos que el resto de Gran Bretaña», destaca el partido nacionalista.
El euro, uno de los escollos
Este análisis, sin embargo, no es compartido por todos. Mientras que algunos expertos, como el profesor universitario James Mitchell, sostienen que, si bien, este hecho podría suscitar cierta discusión, «ningún estado miembro tendría interés en obstaculizar la presencia de Escocia en la UE», otros, advierten que su inclusión supondría la adopción del euro, un requisito obligatorio para los nuevos estados miembro.En opinión del profesor de la Universidad de Edimburgo Lorand Bartels, este proceso de incorporación «no sería relativamente problemático teniendo en cuenta que Escocia ya aplica la legislación de la UE pero, al mismo tiempo, es poco probable que no tenga escollos». Uno de los problemas a los que alude es, precisamente, la adopción del euro. Las relaciones con Bruselas también están a debate en otros pueblos sin estado europeos que aspiran a ser independientes.
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