DONOSTIA
Tras más de una década sin que se llevara una obra suya a escena, Alfonso Sastre (Madrid, 1926) está viviendo una resurrección fulgurante. En dos días consecutivos se estrenarán dos obras suyas. Hoy, a las ocho de la tarde, en el Teatro Principal (Antzoki Zaharra) de Donostia, se escenificará por primera vez “¡Han matado a Prokopius!” (1996). Mañana, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), habrá otro estreno mundial de otra obra del dramaturgo: “Dónde estás Ulalume” (1990).«A lo largo de mi carrera, se han representado muchas obras mías, pero este estreno es un acontecimiento muy especial para mí. Vivo en Gipuzkoa desde hace 30 años y un estreno mundial mío, después de once años de que nadie representara mis obras, precisamente en Donostia, es absolutamente inesperado y feliz», confe- saba ayer Alfonso Sastre.
El montaje de “¡Han matado a Prokopius!” es de la compañía Teatreros. Ha sido producido por Justo Alonso y dirigido por Francisco Vidal. En la obra participan ocho actores. Fernando Sansegundo, Leire Ruiz y Almudena Moreno (esposa de Prokopius) encarnan a los personajes principales. Sansegundo interpreta a Isidro Rodes, un policía ex falangista que recibe el encargo de indagar el asesinato en Madrid de un diputado de Herri Batasuna. En la investigación, en la que se reconstruye la vida de Prokopius, contará con la ayuda de Pepita Luján (la actriz navarra Leire Ruiz), hija de un militante comunista asesinado por la Policía de Franco. La obra se representará hoy, mañana y el domingo a las 20.00.
“¡Han matado a Prokopius!” iba a ser escenificada el mismo año en que Sastre la escribió. Pero «la crispación que se vivía entonces hacía que fuera inimaginable poner en un escenario un tema así sin que se produjeran roces».
Sastre relató su enorme afición por el género policíaco, al que pertenece la obra en cuestión. «Soy un buen lector de novela negra y una de las primeras obras que estrené era una novela policíaca, ‘La mordaza’, inspirada en un crimen extraño que sucedió en el sur de Francia. Para mí ha sido un género muy atractivo, aunque en teatro euroamericano apenas se ha afrontado».
Esta originalidad, en opinión de Sastre, podría jugar a su favor. «Tengo muchas esperanzas en esta obra. Sinceramente, espero de este estreno un éxito mayúsculo. Me aventuro a vaticinar que los actores se van a cansar de tanto hacer esta obra. Cuando hagamos mil representaciones, pediré a Paco Vidal que empiece a preparar la segunda obra de la tetralogía».
Tres de las obras que completan la tetralogía están escritas. Junto a “¡Han matado a Prokopius!”, “Crimen al otro lado del espejo” y “El asesinato de la luna llena”, Sastre está trabajando en la cuarta obra, que no sería el capítulo final, sino que iría entre medio de las ya escritas, porque «en ‘El asesino de la luna llena’ me precipité y maté a Isidro», dijo el dramaturgo.
Al igual que lo hacen los personajes de su obra, Sastre ironizó con el tema de ser un dramaturgo proscrito. «Mi vaticinio de éxito resolvería la paradoja de ser un autor importante a quien no se representa nunca. En 2003, la SGAE me concedió el premio Max a la obra de toda mi vida como si yo fuera un autor importante. Miré los estrenos que había habido durante ese año y no se había representado ni una sola obra mía. Es una extraña paradoja».
La escenografía, a cargo de Ana Garai, es muy sugerente: un paisaje que podría ser Txingudi, en cuyo interior hay un cubo que simboliza un frontón. Dentro de ese cubo se desarrollan casi todas las escenas. Y es que parte de la obra se ubica en Donostia y Hondarribia, adonde Isidro y su ayudante vienen para indagar en la vida del diputado asesinado.
La experiencia de Sastre con el montaje de Teatreros ha sido parecida a la que tendrá el público en el estreno. «Mientras ellos ensayaban en Madrid, yo estaba aquí. Solamente el otro día vi el pase completo de la obra y tengo mis mejores sensaciones sobre esta puesta en escena», explicó.