Decretan el toque de queda en Beirut mientras Siniora recibe fondos en París
Mientras Fuad Siniora lograba ayer en París el compromiso de 33 países de entregar 5.800 millones de euros para la reconstrucción del Líbano, la tensión estallaba en el país mediterráneo y el Ejército decretaba el toque de queda hasta la mañana de hoy. Durante toda la jornada se sucedieron los enfrentamientos entre partidarios y contrarios al Gobierno de Siniora, registrándose dos muertos y una veintena de heridos. Este mismo martes, el Líbano vivió una jornada de huelga convocada por la oposición liderada por Hizbulá que se saldó con tres muertos y un centenar de heridos.
BEIRUT
El Ejército libanés decretó ayer el toque de queda (hasta las seis de la mañana de hoy) después de una jornada en la que continuarán los enfrentamientos entre partidarios del Gobierno de Fuad Siniora y de la oposición liderada por Hizbulá. El toque de queda se produjo mientras Siniora se encontraba en París, donde se reunieron representantes de una treintena de países para entregar al Gobierno libanés una ayuda de más de 5.800 millones de euros y que se interpreta como un claro apoyo a este dirigente pro occidental en esta nueva crisis libanesa.
Llamamientos a la calma
Hasan Nasralá, el líder del partido chií Hizbulá, que encabeza la oposición a Siniora, hizo un llamamiento mediante una fatwa o decreto islámico para que sus seguidores respetasen el toque de queda y permaneciesen en sus domicilios. «En el interés del país y de la paz civil, todo el mundo deberá salir de las calles, permanecer en calma y dejar actuar al Ejército libanés y a las fuerzas de seguridad», señaló Nasralá en la televisión Al Manar. Siniora, por su parte, hizo un llamamiento a la cordura desde París, pidiendo que «no se caiga en la escalada de violencia». El presidente del Parlamento, personalidad chií de la oposición y líder del movimiento Amal, Nabih Berri, lanzó también un mensaje similar. «Lasimágenes de enfrentamientos en las calles nos recuerdan la guerra civil. Llamo a todos los partidos a retirar a sus simpatizantes de las calles y a volver a la vía del diálogo en la que no debe haber vencedores ni vencidos», declaró. El líder suní de la mayoría parlamentaria, Saad Hariri, fue otro de los dirigentes libaneses que llamaron a la calma y a «no responder a las provocaciones de aquellos que quieren originar problemas en el Líbano para sabotear los resultados positivos de la Conferencia de París». El toque de queda se produjo apenas 48 horas después de la huelga general que paralizóel país y en la que se produjeron tres muertos, 175 heridos y 135 heridos y tras una jornada de enfrentamientos en la que se registraron dos muertos y una veintena de heridos. Los disturbios se produjeron principalmente en los barrios de mayoría musulmana, tanto chiíes como suníes. La sede del Partido Social NacionalSirio (PSNS), integrante de la oposición y favorable a las tesis de Damasco, fue incendiado. Este partido defiende la integración del Líbano en la Gran Siria, que englobaría además a Irak, la propia Siria y Jordania. La sede del PSNS se encuentra en el popular barrio de Tarik Yadidé, cerca de la Universidad árabe de Beirut, donde, según France Presse, comenzaron los enfrentamientos al degenerar una discusión entre estudiantes partidarios y contrarios al Gobierno. El Ejército fue recibido a pedradas cuandotrataba de separar a los dos grupos y respondió lanzando gases lacrimógenos y disparando alaire.
Comenzó en la Universidad
Los jóvenes incendiaron varios coches en el parking de la Universidad y los disturbios se extendieron a otros distritos de la ciudad. Inicialmente, los enfrentamientosllegaron al barrio de Tarik Yadidé y luego a otros distritos poblados por chiíes y suníes, donde se incendiaron coches y neumáticos, lo que provocó una intensa humareda de color negro. Tanto la Universidad Arabe como la Universidad Libanesa suspendieronlas clases hasta el lunes. Tras los llamamientos a la calma y la presencia del Ejército en las calles, cesaron los enfrentamientos. Los militares, con el apoyo de carros blindados, patrullaban ayer por la noche en Beirut. El Ejército señaló que entre los heridos se encontraban numerosos soldados, varios de ellos debido a impactos de bala. A primeras horas de la noche podían verse todavía los restos de vehículos calcinadosdurante el día en calles, que a esas horas se encontraban completamente desiertas. Pese al toque de queda, el aeropuerto no cerró.
Más de 5.800 millones de euros de ayudas
PARIS El Gobierno libanés consiguió 7.600 millones de dólares (5.846 millones de euros) para reparar los daños provocados por la invasión israelí del verano pasado. Los 33 países reunidos en la Conferencia de Donantes de París otorgan así un apoyo imprescindible para el Gobierno de Fuad Siniora. El presidente de la República francesa, Jacques Chirac, fue el encargado de anunciar la cuantía de las contribuciones en medio del aplauso de los asistentes, entre quienes se encontraban la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon. Sin embargo, mientras Chirac anunciaba la buena nueva, en el Líbano continuaban los enfrentamientos entre partidarios del Gobierno y de la oposición. En cualquier caso, habrá que ver si las promesas realizadas ayer en París se cumplen o se quedan en meras palabras. En 2002 el Líbano obtuvo, también en París, el compromiso de recibir 4.200 millones de dólares (3.230 millones de euros), pero finalmente no se entregó más que la mitad. Deuda elevada La situación económica del Líbano es muy precaria. Según explicó el propio Siniora, su deuda supera los 30.000 millones de euros, lo que supone un 180% del PIB del país mediterráneo. El objetivo de Siniora es abordar un programa de reformas para reducir la deuda hasta el 144% del PIB en 2011. Jacques Chirac, que representó el papel de exquisito anfitrión, destacó que la Conferencia de París «constituye una ocasión para reafirmar con fuerza nuestra apuesta por un Líbano unido y soberano, donde se respete a todos sus habitantes. Entre los donantes, se encuentra Arabia Saudí, tradicional sostén de la comunidad suní libanesa de la que Fuad Siniora forma parte.
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