Foro social mundial
Una marcha y actuaciones musicales clausuran el encuentro de Nairobi
El Foro Social Mundial se clausuró ayer en Nairobi con el objetivo cumplido de haber movilizado a los movimientos sociales de Africa. Actuaciones musicales y una marcha desde la barriada de chabolas de Kariobangi cerraron el encuentro, que ha congregado durante seis días en Nairobi a miles de activistas contra la globalización. Los organizadores se mostraron satisfechos por la participación lograda, aunque precisaron que no alcanzó el listón previsto.
NAIROBI
Varios miles de personas participaron en la marcha popular que partió de la barriada de chabolas de Kariobangi, a las afueras de Nairobi, y desembocó en el parque Uhuru de la capital keniana, donde se desarrolló el acto de clausura. Los manifestantes corearon el lema del encuentro «Otros mundos son posibles», al que añadieron «incluso para los habitantes de los barrios de chabolas». «Estáis haciendo algo muy importante, estoy orgulloso de vosotros», dijo en el parque Uhuru el ex presidente de Zambia Kenneth Kaunda, quien a continuación entonó a capella una canción que fue coreada por la multitud: «En el nombre de África, lucharemos y venceremos el sida».
El parque Uhuru era un mar de pancartas, en algunas de las cuales se leían mensajes como «Protejamos al pueblo de Darfur», en referencia a la conflictiva región sudanesa, «Zona libre de deuda externa», o «Juntos podemos».
Las actuaciones del keniano Eric Wainaina, muy popular en este país por los alegatos que hace en sus canciones contra la corrupción, y el grupo saharaui Estrella Polisaria, entre otros, pusieron el punto festivo a la ceremonia.
Los organizadores del Foro de Nairobi consideraron «haber logrado su objetivo en términos de participación», con 57.000 personas, pero habían previsto que fueran 100.000.
El de Nairobi ha sido el primer FSM celebrado íntegramente en África, ya que la edición del año pasado se repartió entre Caracas (Venezuela), Bamako (Mali) y Karachi (Pakistán).
El comité organizador se felicitó por haber afrontado el reto de implicar con mayor fuerza a las poblaciones de África en esta edición. El continente negro, especialmente afectado por las consecuencias de la globalización, ha estado ausente en ediciones anteriores debido a la falta de medios. El coordinador del Secretariado del Foro social africano, Taoufik Ben Abdallah, se alegró por la presencia masiva de los movimientos africanos, con importantes delegaciones de Zambia, Sudáfrica, Uganda, Mozambique, Etiopía y Somalia.
El integrante del comité organizador Oduor Ong' wen, por su parte, destacó «la fuerte participación de los habitantes de los barrios de chabolas» de los alrededores de Nairobi, aunque «no cambiaremos el mundo haciendo desfilar a los pobres de los barrios de chabolas y los niños de las calles».
«Esperamos que este FSM tenga un fuerte impacto en los movimientos sociales africanos, que son más frágiles que en Brasil, por ejemplo», indicó Ben Abdallah. La fuerte presencia de organizaciones cristianas, que compitieron con las estrellas tradicionales de los foros, los sindicatos y los grupos antiglobalización, reveló el estado aún embrionario de los movimientos sociales africanos. Raffaela Bolini, representante del Foro social europeo, no obstante admitió que uno de los retos de los próximos foros será «mejorar la participación de las comunidades excluidas y no organizadas», después de las críticas recibidas por los precios de entradas, juzgados prohibitivos para la población.
Movilizaciones y propuestas
NAIROBI Las asociaciones y ONGs participantes en el Foro Social Mundial han fijado un calendario de movilizaciones en contra de la guerra de Irak y a favor de la condonación de la deuda a los países pobres y en vías de desarrollo. La primera de las protestas está convocada para el 20 de marzo y se centrará en denunciar la situación que padece Irak. Del 14 al 21 de octubre, los esfuerzos se dedicarán a reclamar que se anule la deuda externa. Han propuesto, además, «auditorías ciudadanas» sobre el funcionamiento de instituciones financieras internacionales como el FMI y el BM y piden que «el control del agua esté en manos de empresas públicas».
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