BILBO

El mahaikide señaló que frente a su apuesta por «generar climas de confianza que permitan buscar soluciones a los problemas del país», algunos se inclinan por la práctica del espionaje hacia el adversario. En esta clave enmarcó el político de Elgoibar el artilugio detectado y desactivado en el coche de Unai Fano, una de las personas que participa, junto con otras muchas, en la elaboración y diseño de las propuestas de la comisión negociadora de la izquierda independentista vasca.

El aparato, mostrado ayer a los medios de comunicación en la capital vizcaína, fue encontrado hace unas jornadas entre la matrícula y el parachoques trasero de su vehículo. Se trata de un GPS, con antena amplificadora, que se activaba por contacto telefónico y conectado al sistema eléctrico del coche para su funcionamiento. Estaba asido al vehículo de Fano gracias a dos imanes. Ahora, estudian la presentación de acciones judiciales por este evidente caso de seguimiento.

Ayer, cuando Fano se dirigía de Hernani a la capital vizcaina para participar en la rueda de prensa, fue interceptado violentamente por agentes de la Guardia Civil y retenido durante hora y media en el área de descanso de Aritzeta, en la autopista A-8, hasta que, según explicó el propio afectado, los miembros del instituto armado español le pusieron en libertad tras asegurarle que se había tratado de una «confusión». «Cosa que evidentemente nosotros no creemos», subrayó Arnaldo Otegi.

En su denuncia, que insistió no sólo en transmitir a la ciudadanía de Euskal Herria, sino a la opinión pública del Estado español e internacional, Arnaldo Otegi desveló que también han detectado un aparato «todavía más sofisticado» en el domicilio de un militante que cumple labores de representación de la izquierda abertzale en Bruselas. En este caso, según resaltó, era un elemento de escucha «poco más sofisticado» que el GPS encontrado por Unai Fano y que, por el lugar donde fue detectado ­entre un armario y la pared­, quienes lo colocaron necesitaron algo más de trabajo.

«Hoy, la izquierda independentista vasca expone a la sociedad cuáles son algunas de las apuestas evidentemente constructivas y positivas que plantean algunos en este proceso de negociaciones políticas», dijo irónicamente apuntando al localizador que tenía junto a él.

El portavoz de Batasuna incidió en que la izquierda abertzale plantea«la necesidad y la oportunidad de construir un proceso de conversaciones políticas en términos constructivos y positivos». Para ello, es necesario que tenga contenidos políticos, «porque no hay acuerdo político posible que no se sustancie sobre términos políticos. Por lo tanto ­apuntó Otegi en su reflexión­, entendemos que en este proceso que tiene como destino crear un escenario democrático en Euskal Herria ­que permita por ejemplo que nosotros que somos independentistas y creemos y queremos construir un Estado vasco desde vías pacíficas y democráticas­ tengamos esas vías para que nuestro proyecto, si así lo decide la ciudadanía de nuestro país, se pueda materializar».

Respeto mutuo

A la vista de los últimos episodios de seguimiento y espionaje político contra miembros de la izquierda abertzale, Otegi manifestó que «quienes hacen estas cosas actúan de mala fe, quieren jugar con ventaja y no quieren un proceso de soluciones». El dirigente independentista fue más allá al afirmar, de modo coloquial, que «quieren jugar una partida con las cartas marcadas y aquí las únicas cartas marcadas que valen son las de la voluntad democrática de la ciudadanía. No hay más cartas que utilizar en un proceso de conversaciones políticas».

Al igual que ha hecho él y otros portavoces de la izquierda abertzale en estos últimos meses, Arnaldo Otegi denunció la estrategia permanente de acoso y persecución, exigiendo al mismo tiempo, de manera contundente, «a los agentes que están interesados en construir un modelo de negociación y de conversaciones que busque soluciones» a que «desistan y desactiven, de una vez por todas» tales prácticas.

De este modo, en su opinión, los otros agentes políticos implicados en la resolución del conflicto demostrarían «de manera inequívoca su voluntad por un proceso de conversaciones políticas en las que las partes son respetadas».

Por si hubiera algún tipo de duda, el mahaikide aclaró que, en cualquier caso, «la izquierda abertzale es dueña de sus derechos civiles y políticos y es una formación o agrupación política, o un sector político popular que debe ser respetado en todos sus derechos».

De ahí la exigencia rotunda de Arnaldo Otegi, subrayada tras los nuevos casos de seguimiento y espionaje a miembros destacados del independentismo vasco en Euskal Herria y Bruselas, de que «cesen definitivamente, de manera inequívoca, todas las estrategias que no buscan construir un proceso de soluciones, sino que lo que buscan es condicionar permanentemente a la izquierda independentista vasca».