Todos contra la oleada de Bush
El propósito de esta cruzada periodística a la antigüita para detener la guerra en Irak no es hacer ver a George W. Bush como el presidente de Estados Unidos más bruto de todos los tiempos. Algunos presidentes hicieron incluso mayores tonterías. ¿En qué estaban pensando cuando planearon el fiasco de Bahía de Cochinos, en Cuba? ¿Qué tan absurda fue la guerra del canal de Suez? ¿Y la monumental estupidez que fue la guerra de Vietnam? Aun así, el desafío ante esta malhadada aventura es que sencillamente ya no podemos dejar que continúe.
No se trata de si vamos a perder o estamos perdiendo. Sencillamente, ya perdimos.
Una oleada (de más tropas a Irak) no es aceptable para el pueblo de este país: hemos votado abrumadoramente contra la guerra en encuestas (un 80% del público está contra la intensificación militar, y un sondeo reciente del «Military Times" muestra que sólo un 38% de los militares en activo desean el envío de más tropas a Oriente Medio) y en las urnas. Sabemos que está mal. El pueblo entiende, tiene el derecho de tomar esta decisión y el deber de garantizar que esa decisión se obedezca. Y el Congreso de Estados Unidos debe actuar a favor del pueblo para resolver este fiasco.
No se trata de si vamos a perder o estamos perdiendo. Sencillamente, ya perdimos.
Una oleada (de más tropas a Irak) no es aceptable para el pueblo de este país: hemos votado abrumadoramente contra la guerra en encuestas (un 80% del público está contra la intensificación militar, y un sondeo reciente del «Military Times" muestra que sólo un 38% de los militares en activo desean el envío de más tropas a Oriente Medio) y en las urnas. Sabemos que está mal. El pueblo entiende, tiene el derecho de tomar esta decisión y el deber de garantizar que esa decisión se obedezca. Y el Congreso de Estados Unidos debe actuar a favor del pueblo para resolver este fiasco.