Occidente socorre a sus protegidos en Libia
El agravamiento de los disturbios en Siria y la muerte de Osama Bin Laden a manos de pistoleros de Estados Unidos ha retirado de Libia gran parte de la atenci�n medi�tica que acapar� en marzo y en abril, pero la situaci�n en el pa�s norteafricano sigue siendo desesperada. Sobre todo para los ciudadanos libios, fatalmente atrapados entre dos fuegos, pero tambi�n para muchos profesionales que pretenden informar a la comunidad internacional sobre lo que all� est� pasando en unas p�simas condiciones. Es necesario recordar, en este sentido, que el colaborador de GARA Manu Bravo permanece retenido desde hace un mes a manos de las fuerzas gadafistas.
En este contexto, el Grupo de Contacto sobre Libia acord� ayer la creaci�n de un Mecanismo de Financiaci�n Temporal al objeto de ayudar a los llamados �rebeldes� a financiar sus actividades o, lo que es lo mismo, a desarrollar su revuelta armada contra el Ej�rcito de Gadafi y establecer una administraci�n paralela. Con esta decisi�n, los pa�ses occidentales asumen el estancamiento de una guerra que han alentado, atienden a la petici�n de sus protegidos y obvian de forma premeditada que la �nica resoluci�n de la ONU que autoriza a actuar en Libia fue aprobada -con recelos y sin unanimidad- s�lo para proteger a la poblaci�n civil, y no para cambiar un gobierno por otro m�s af�n.
Con su toma de partido, el Grupo de Contacto, adem�s de promover una estrategia intervencionista abiertamente rechazada por gran parte de la poblaci�n de Libia y de los pa�ses del entorno, cierra la puerta a una resoluci�n que satisfaga a todas las partes en conflicto y apuesta por la partici�n del pa�s, similar a la que sufri� de mano de la colonizaci�n europea. Por contra, no parece ser �ste el futuro deseado por la mayor�a de sus habitantes, sean partidarios o contrarios al coronel que los ha gobernado durante m�s de cuatro d�cadas. Sin un acuerdo nacional entre libios no habr� soluci�n, y �sta no llegar� desde la injerencia exterior.