CRíTICA teatro
Teatro por duplicado
Carlos GIL
Decir que Juan Margallo y Petra Martínez son dos históricos del teatro español no es un tópico referido a los quinquenios que llevan sobre las tablas, sino que, además de esa circunstancia temporal, en lo cualitativo forman parte de lo mejor de la parte final del siglo XX, fundando grupos y creando obras que marcaron diferentes épocas, siempre en busca de un teatro popular, en el sentido más político del término, comprometidos con su tiempo y con los más desfavorecidos.
Esta nueva propuesta incide en algo que les acucia y mantienen como seña de identidad en sus últimos trabajos: rescatar su propia memoria. Hablar de manera cercana del propio hecho teatral, de tratar con amor a los que lo hacen. En ese caso parte de un texto cáustico de Fo y Rame, en donde una madre se va transformando y abandonando sus posturas conservadoras para acercarse a él, superándolo, dando la vuelta al argumento. Pero cuando esta pieza corta acaba, descubrimos que estamos en un ensayo, y ahí entra todo el imaginario de Margallo y Martínez, incluso rescatando elementos de atrezzo de otros montajes, recordando actitudes, maneras de comportarse y de afrontar la creación, la producción y la distribución, emulando a personas reconocibles por los profesionales. Una mirada muy simpática, pero a su vez crítica, que culmina con una suerte de coloquio con los espectadores, es decir que van dándole vueltas al propio hecho teatral doblando o triplicando los puntos de vista. Conocerlos es amarlos. Y en esta ocasión te invitan a pasar a su casa, a su mundo.