La situación de los presos políticos vascos ha irrumpido con fuerza en la agenda política, traspasando incluso nuestras fronteras, gracias al nuevo ciclo abierto en este país y al impulso de movilizaciones populares como la que el pasado sábado en Bilbo se hizo acreedora del calificativo «histórica». Llegados a este punto, es momento de tratar este tema con seriedad y ánimo de sumar y activar voluntades, sin caer en testimonialismos. Hoy es el día en que todos los agentes son conscientes de que sin dar respuesta a la situación de los presos resulta imposible afianzar un marco de soluciones definitivas, y desde esa convicción hay que partir para dar pasos reales y eficaces, que permitan avanzar. En este contexto hay que situar el llamamiento de Amaiur al Gobierno español para que aborde con valentía el nuevo escenario, también en lo que respecta a la política penitenciaria, y su intención de tratar este tema con el resto de los grupos antes de promover iniciativas parlamentarias concretas, al objeto de que estas cuenten con el mayor respaldo posible, también allí. Una actitud contrapuesta a la del PNV, que presentó en la Cámara una proposición sabiendo que no prosperaría y con un claro interés propagandístico. Es hora de trabajar en serio, dar pasos eficaces y hallar soluciones, no de buscar réditos partidistas.