Los talibanes acceden a dialogar con EEUU pero sin abandonar la lucha
Los talibanes afganos han accedido a intensificar la vía política y dialogar con Estados Unidos pero advirtieron de que mantendrán la lucha contra la ocupación. Añadieron que el vídeo en el que aparecen varios marines orinando sobre los cuerpos de afganos muertos no perjudicará este proceso. EEUU prometió una investigación sobre estos hechos y se apresuró a condenarlo ante el inicio de otro escándalo.
GARA | KABUL
Los talibanes afganos reconocieron que han intensificado la vía política para llegar a un entendimiento con la comunidad internacional pero precisaron que mantendrán la «jihad», y sus actividades bélicas. En un comunicado, la milicia insurgente afirmó que el diálogo se inscribe en su intento por «establecer un Gobierno islámico», y que este no supondrá la aceptación de la actual Constitución afgana.
«Para traer la paz y la estabilidad a Afganistán, hemos incrementado nuestros esfuerzos políticos para llegar a un entendimiento con el mundo y resolver la presente situación», afirman los talibanes. «Este entendimiento no significa que abandonemos la `jihad' ni está vinculado a la aceptación de la Constitución de la administración del Gobierno títere de Kabul», añaden.
A comienzos de enero, los talibanes anunciaron por primera vez su disposición a negociar con la comunidad internacional a través de la apertura de una oficina de representación en el emirato islámico de Catar, donde se encuentran varios de sus representantes.
Las negociaciones cuentan con el visto bueno del Gobierno afgano y de la administración estadounidense, que ha condicionado el proceso de reconciliación a que los talibanes rompan con Al Qaeda, abandonen la violencia y acepten la Constitución afgana.
El vídeo no será obstáculo
Por otro lado, los talibanes afirmaron que la difusión de un vídeo en el que aparecen cuatro marines estadounidenses orinando sobre los cadáveres de tres milicianos islamistas no perjudicará a este proceso. «Este no es un proceso político y, por tanto, el vídeo no perjudicará a nuestras conversaciones ni al intercambio de prisioneros porque, de momento, solo están en su fase preliminar», declaró el portavoz, Zabihulá Muyahid.
No obstante, calificó los hechos com un acto bárbaro y salvaje y recordó que «en los últimos diez años, ha habido centenares de actos similares que no se han conocido».
El Cuerpo de Marines anunció que investigará el vídeo, publicado en Internet, en el que se aprecia a dos de los cuatro militares, todos ellos vestidos con uniformes de camuflaje, orinando sobre los cadáveres tendidos en el suelo, uno de ellos ensangrentado. «Que tengas un buen día, amigo», dice uno de los soldados, mientras los demás ríen y hacen bromas obscenas.
Aunque el suceso se suma a una serie de casos que se han repetido en países ocupados, como Afganistán e Irak, como arrojar ejemplares del Corán o las actitudes vejatorias a los detenidos en Abu Ghraib, responsables estadounidenses y afganos dijeron estar indignados. El presidente afgano, Hamid Karzai, dijo estar «profundamente perturbado por la profanación de los cuerpos de tres afganos por soldados americanos» y pidió «el castigo más severo para los culpables».
El secretario de Estado de Defensa de EEUU, Leon Panetta, telefoneó a Karzai para confirmar que se investigará el vídeo, y dijo que se trata de una acto «absolutamente lamentable» que «no refleja los valores que nuestras fuerzas armadas juran respetar». El portavoz de los Marines, Joseph Plenzler, aseguró haber identificado la unidad que aparece en el vídeo, pero no desveló los nombres, «porque todavía son objeto de investigación». No obstante, se supo que se trata de soldados del tercer batallón del segundo regimiento de Marines, de la base de Camp Lejeune (Carolina del Norte), según explicó un responsable militar a France Press, y podría tratarse de un equipo de tiradores de élite.
Unos 20.000 marines se encuentran en Afganistán, entre los 91.000 militares de EEUU que ocupan el país.
El Gobierno paquistaní, debilitado por varios escándalos y por la hostilidad del poderoso ejército, parece cada vez más aislado, y algunos analistas prevén elecciones anticipadas fruto de esa debilidad, más que el anunciado golpe de estado. Como ejemplo, el primer ministro, Yusuf Raza Gilani, necesitó menos de media hora para achantarse frente a un Ejército que acababa de amenazarle de forma velada después de que se atraviesa a criticar a varios generales. Gilani mantendrá mañana una reunión con el jefe del Ejército, el general Ashfaq Parvez Kayani. En el fondo del enfrentamiento se encuentra el escándalo «memogate», en el que el Ejecutivo está acusado de solicitar ayuda a Estados Unidos para impedir un eventual golpe de Estado, una grave acusación en un país que presume de soberanía y con un extendido antiamericanismo. El Tribunal Supremo ordenó investigar el asunto.
Esta semana Gilani ha criticado a dos oficiales, por haber enviado sus testimonios directamente al tribunal y no al Gobierno. El Ejército reaccionó con un tono amenazante. «Es un asunto serio que podría tener dolorosas consecuencias para el país», advirtió, defendiendo que los oficiales también enviaron sus testimonios al Ministerio de Defensa. Menos de una hora después, Gilani quiso calmar los ánimos al anunciar la destitución del Secretario de Estado de Defensa, Naeem Khalid Lodhi, al que acusa de haber creado este «malentendido». El Tribunal Supremo se suma al acoso al Ejecutivo, al que ha pedido la rápida reapertura de antiguos casos de malversación de fondos so pena de destituir a Gilani o al presidente, Asif Ali Zardari. GARA
El vídeo vuelve a recordar las imágenes de Abu Ghraib. El año pasado, un grupo de soldados estadounidenses recibió fuertes condenas de prisión después de que saliera a la luz que guardaron como trofeos restos de civiles afganos a los que habían matado.