Cuando cada vez son más las voces que insisten en las nefastas consecuencias que tiene para los ciudadanos vascos su vinculación con el Estado español, Antonio Basagoiti advirtió de que en las próximas elecciones autonómicas en la CAV habrá «un órdago independentista».

Basagoiti efectuó esas declaraciones en el acto de clausura del Congreso de su partido en Bizkaia, celebrado en Bilbo, en el que se reeligió a Antón Damborenea como presidente con el 74,09% de los votos. El líder del PP en la CAV subrayó que los comicios serán «cruciales» porque en ellos se producirá un «órdago nacionalista» de «Bildu, Sortu, Batasuna o como se llamen», que contará «con la ayuda del PNV y la dejación de otros».

Para hacer frente a ese «desafío» y que «no acabe imponiéndose en la sociedad vasca el proyecto independentista», resaltó que el Partido Popular constituye la «única garantía de equilibrio y estabilidad que tienen los vascos».

Dijo que ETA actualmente «no es la pistola» sino que «hoy es la autodeterminación» ya que «después de asesinar durante cincuenta años», ahora pretende la independencia «a través de sus marcas electorales» y «sigue queriendo imponer el pensamiento único». Por ello, el dirigente del PP estimó que ETA es hoy «menos amenaza para la vida y más para la convivencia».

Basagoiti subrayó que, si se pretende ese camino a la independencia, el PP trabajará para «consolidar una Euskadi moderna, abierta y plural dentro de esta gran España». Señaló que el Estado de Derecho «está ganando a los comandos de ETA» y ahora queda «un paso» para el término de la organización: «la entrega de las armas y su disolución», lo cual, a su juicio, supone «el único final posible y decente» para ETA.

Asimismo, añadió que para lograr la disolución de ETA el PP empleará los mismos medios que hasta ahora: «ley, policía y determinación social». Resaltó la necesidad de «poner en valor el triunfo de la democracia sobre las bombas» y, tras subrayar la labor del PP en esta conquista, dijo que el final de ETA «no ha llegado con planes Ibarretxe ni con acuerdos de Loyola», sino con «firmeza, defensa de valores democráticos y el enorme esfuerzo de las FSE, la Ertzaintza y la Guardia Civil».

El reelegido presidente vizcaino, Antón Damborenea, incidió en la idea de que su partido es «la única alternativa real al nacionalismo, sea violento o no». Señaló que, aunque para el PSE el «gran enemigo» político sea el PP, este partido entiende que el «problema» es el nacionalismo «excluyente, sectario y de pretensión antidemocrática».