``PP con 40 años basta! Garoña itxi orain'' fue el lema de la manifestación que ayer a la tarde recorrió las calles del centro de la capital alavesa para reclamar al Ejecutivo del PP la clausura de la planta nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos, a escasa distancia de Euskal Herria. En la marcha, que partió de la plaza de la Virgen Blanca pasadas las 19.00, los representantes de la iniciativa Araba sin Garoña denunciaron la pretensión del Gobierno que preside Mariano Rajoy de conceder una nueva prórroga a la «vetusta y peligrosa» instalación, gemela de la japonesa de Fukushima.

A pesar de que la sociedad alavesa, como la de otros puntos del país, ha pedido en innumerables ocasiones el cierre de la central, los promotores de la movilización de ayer insistieron en la importancia de continuar luchando. La principal razón que les mueve a no abandonarla es la intención del Ministerio español de Industria, Energía y Turismo de ampliar la vigencia del permiso de explotación a Nuclenor -empresa propietaria de la central nuclear- hasta 2019.

Al igual que el Ejecutivo del PP ha dado un primer paso en esa prórroga, los manifestantes insistieron en la importancia de no cesar en las protestas para que las autoridades españolas rectifiquen. Asi, recordaron que ya han pasado 41 años desde que se pusiese en marcha, siendo en todos momentos la instalación nuclear de primera generación más antigua del Estado español, con innumerables accidentes e incidentes.

Sin control del CSN

No pasaron por alto que desde 2009 no se han llevado a cabo «ni el 25% de las mejoras» que fijó un decreto del Gobierno español, de modo que aún es más grave la situación pues el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), apuntaron, no ha vigilado y controlado a la gestores de Garoña. Asimismo, insistieron en las «incontables anomalías y fallos» detectados en la central.

«No hay razones económicas, ecológicas y democráticas que avalen la utilización de la energía nuclear», manifestaron los participantes en la marcha de ayer en Gasteiz. De ahí, que pidieran que cierre «inmediatamente» Garoña y que hayan una verdadera apuesta por un sistema de producción energética duradero, «y no basado en energía peligrosas».

No faltó tampoco el llamamiento al alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, para que deje de justificar las decisiones que están adoptando sus compañeros de partido. «Es un tipo de energía muy peligrosa y realmente -remarcaron dirigiéndose a Maroto- nos aporta muy poco».