Tras una pancarta con el lema "Inasak eta Sakanak etorkisuna nahi dute. Gobierno de Navarra solución", en la que se pedía «futuro» para la planta y para la comarca en la que se ubica, varios cientos de personas recorrieron las calles de Iruñea con decenas de carteles con sus reivindicaciones y entre gritos contra la reforma laboral o contra la dirección de Inasa.

En declaraciones a los medios de comunicación momentos antes de comenzar la marcha, el presidente del comité de empresa, Antonio Ruiz, recordó los 39 días de huelga que hoy suma la plantilla y sus esfuerzos para que el cierre no sea la solución. «No queremos negociar un ERE de despido, sino algo para que la empresa siga adelante. Pero la cosa está complicada», afirmó.

Tras señalar que las soluciones pasan tanto por encontrar un inversor como por la posibilidad de que los propios trabajadores se constituyan en cooperativa, Ruiz insistió en pedir ayuda al Gobierno de Nafarroa, «que se implique al máximo y lo intente por todos los medios».

También tuvo palabras de agradecimiento a los vecinos de Irurtzun y al apoyo que les han brindado y reconoció que tanto el pueblo como la comarca «viven mucho de Inasa y, si al final se cierra, va a ser un problema serio para todos».

Sobre la reunión mantenida la pasada semana con el consejero delegado de la empresa alemana, lamentó que fue «muy corta. No duro más de 20 minutos. Nos dijo que el cierre era inminente e irreversible y que ellos solo habían venido a negociar el cierre de la factoría». Ahora se ha abierto un plazo de consultas que finaliza el 19 de julio, tiempo en el que mantendrán varias reuniones con la empresa «intentado buscar una salida, pero la cosa está complicada. Si no nos sale algún socio inversor o algo parecido vamos a tener que negociar los despidos e indemnizaciones de la gente. Y eso es lo que no queremos», declaró el miembro del comité.

Sobre el estado de ánimo de los operarios, el presidente del comité aseguró que los trabajadores están «animados. Llevamos 39 días de huelga y estamos con mucha fuerza y ganas. Hay momentos en los que se pasa mal y te desanimas, pero la gente te ayuda y te hace resurgir», puntualizó.

Apoyo de los municipios

Entretanto, catorce ayuntamientos del valle navarro de Sakana aprobaron una resolución ante el cierre de Inasa en la que califican esta medida de «injustificada e injusta».

La resolución fue aprobada en Olazti, Altsasu, Urdiain, Iturmendi, Bakaiku, Etxarri Aranatz, Ergoiena, Arbizu, Lakuntza, Arruazu, Irañeta, Uharte Arakil, Arakil e Irurtzun, y también por la Mancomunidad de Sakana.

En su acuerdo, estas instituciones piden a la consejera del Gobierno foral Lourdes Goicoechea que apoye la propuesta hecha por el comité de empresa ante la dirección de Inasa, en la que solicitan la cesión de la empresa a favor de los trabajadores para hacerse cargo de la misma.

En este sentido, el sindicato LAB denunció las consecuencias que el cierre de Inasa va a tener tanto en talleres auxiliares como en el sector servicios de la comarca, «lo que extenderá la catástrofe desde Irurtzun hasta Ziordia».