A partir de mañana un ejemplar de GARA costará 1,5 euros de lunes a viernes, los sábados mantendremos el precio actual de 1,8 por GARA y el semanario GAUR8, mientras que los domingos el periódico y su dominical, ZAZPIKA, tendrán un precio de 2,5 euros. Por lo tanto, la subida supone un incremento de 0,8 euros semanales para los compradores habituales, alrededor de 40 euros al año para los compradores «compulsivos».

Somos el primer medio de nuestro entorno en tomar esta medida, pero no vamos a ser los únicos, seguro. La guerra de precios y número de páginas que mantienen algunas cabeceras es sencillamente insostenible.

Sentimos tener que volver a gravar a quienes a diario sostienen este proyecto, más aún en un momento económico tan complicado para las familias. Pero es la única manera de hacer sostenible nuestra apuesta por un periodismo político, independiente y profesional. Los ingresos decrecen y los gastos aumentan, lo que obliga a buscar un equilibrio. Más aún cuando estamos haciendo una apuesta muy fuerte por adaptarnos a los cambios culturales, tecnológicos, políticos y económicos que vivimos. NAIZ es el ejemplo más claro de la transformación que estamos dando dentro del grupo comunicativo del que GARA es su buque insignia. Tenemos un modelo de transición y creemos que vamos por el buen camino. Confiamos en la comunidad que nos creó y en la que nos sostiene a diario.

Modelo de negocio

Llevamos tiempo diciendo que el modelo de negocio canónico de la prensa escrita está agotado y que es necesaria una reconversión del sector. Ese modelo tiene cuatro pilares: la venta de ejemplares, la publicidad, las ayudas públicas y las promociones. Sin embargo, lo que no solemos recordar con la suficiente fuerza es que hasta el momento GARA nunca ha seguido la pauta de ese modelo. A diferencia de nuestros competidores, nuestro punto fuerte son las ventas; en publicidad y ayudas institucionales hemos sufrido una discriminación que perdura en nuestros días (sin ir más lejos, recientemente hemos informado de cómo GAUR8 ha sido más castigado que la mayoría de medios en euskara por parte del Gobierno de Gasteiz, con un recorte del 28% en sus ayudas); y nuestras promociones no responden a una lógica pura y exclusivamente comercial.

Ya comentamos en su momento de que en todos esos apartados la tendencia era bajista. Por ejemplo, a pesar de apenas tener publicidad, esta también ha bajado en el último año. Esa es una de las razones por las que debemos no solo adaptarnos, sino reinventarnos. Paradójicamente, en un momento como este tenemos que invertir.

Desde el compromiso y más allá

Se suele considerar a GARA un medio «militante» y por eso algunos consideran que la razón para comprarlo es precisamente esa, la militancia. Aun respetando ese punto de vista -sí que somos militantes, al menos de este periódico-, es lógico que quienes hacemos GARA aspiremos a algo más. Queremos que la gente lo compre porque lo necesita, porque le es útil, porque le gusta. Está claro que no siempre acertamos, pero creemos sinceramente que dentro de nuestras limitaciones hacemos un buen producto. Nuestra línea es explícita y en ciertos temas somos una referencia que incluso nuestros enemigos toman muy en serio.

Se ha abierto un nuevo tiempo en Euskal Herria, un escenario por el que nosotros también hemos apostado. Si realmente se da un cambio estructural será porque hay un liderazgo que lo lleve a cabo. No concebimos que ese liderazgo pueda constituirse desde la autocomplacencia o el sectarismo, sin una visión crítica del país, de sus problemas y de sus soluciones. Ese es nuestro compromiso diario. Gracias por apoyarnos en esta empresa.