Los líderes portugueses seguían ayer inmersos en intensas negociaciones para intentar salvar al Gobierno desestabilizado por una grave crisis política, que Europa y los mercados financieros temen que selle el fracaso de la política de austeridad en un país que en mayo de 2011 recibió una ayuda interna- cional de 78.000 millones de euros.

Tras el llamamiento de Bruselas a una «clarificación» urgente y la advertencia de los mercados, el primer ministro, Pedro Passos Coelho, continuaba ayer negociando son su dimisionario ministro de Exteriores, Paulo Portas, que lidera el CDS-PP, socio minoritario de la coalición de Gobierno dirigida por el PSD. Para mantener su mayoría parlamentaria, Passos rechazó la renuncia.

Después de una primera reunión «muy constructiva» el miércoles por la noche, a mediodía de ayer se celebró otro encuentro y las negociaciones continuaban «en un ambiente muy positivo».

El miércoles, el primer ministro aseguró a sus socios europeos que era capaz de resistir ante esta crisis, y después de que muchos analistas predijeran el fracaso de la coalición la dirección del CDS-PP encargó a su presiden- te el inicio de conversaciones con Passos Coelho para buscar una salida.

Medios locales apuntaban ayer que estas negociaciones podrían dar lugar a una profunda remo- delación del gabinete en el que podrían permanecer Portas, pese a su dimisión «irrevocable», e incluso ser promovido al cargo de viceprimer ministro encargado de Economía.

«La posibilidad de elecciones anticipadas es tan terrible para el PSD, que el primer ministro va a hacer cualquier cosa para salvar la coalición», aseguró a AFP Antonio Costa Pinto, politólogo de la Universidad de Lisboa.

A su juicio, cualquiera que sea el resultado de la crisis, la coalición, que no ha conseguido impulsar el crecimiento ni lograr los objetivos fijados por la troika, ha quedado debilitada para aplicar las medidas exigidas por esta.