Los inversores aprovecharon la víspera de la reunión del BCE para quitarse de encima el miedo a la exasperante lentitud de la recuperación económica de Europa, según las proyecciones del PIB presentadas el martes por Bruselas. Ese jarro de agua fría se unía ayer a la precaución previa a cualquier discurso, reunión o apreciación que realice el BCE. Por tanto, pese a que no se esperan cambios en el precio del dinero, sí se expandía ayer la idea de un recorte para el mes de diciembre. Por el contrario, soplaba a favor de las compras el test realizado por el Banco de España a las entidades financieras. Según este organismo, disponen de 28.600 millones de euros para poder absorber pérdidas en el peor de los escenarios en el 2015. Esta buena noticia, además, se alienaba con la previsión de crecimiento del 0,9% en 2014 por parte del BBVA, un día después de que Bruselas lo bajara del 0,9% al 0,5%. El Ibex, que empezó en rojo, pudo remontar al final hasta los 9.837,10 puntos, tras subir un 0,42%. En Europa también acabaron al alza París (+0,79%) y Fráncfort (+0,35%), mientras que Londres (-0,08%) lo hizo a la baja. En el Ibex, la noticia estaba en Telefónica, que pagó un dividendo de 0,35 euros y cerraba con una subida del 0,96%. Todos los grandes, con Santander (+1,12%) y BBVA (+1,10%) a la cabeza, lograron avances. El mejor del selectivo era Jazztel (+5,07%). Por detrás, Sacyr y Popular, que subían más de un 2%. Entre los perdedores, destacaron los descuentos superiores al 1% de OHL e Indra. En París, Alstom (+5,81%) lideró las ganancias tras anunciar el despido de 1.300 empleados.