La PAH consiguió ayer poner al Gobierno navarro frente a sus propias contradicciones, a la par que dio cobijo a dos familias desahuciadas. A mediodía, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca entró en un portal de la calle Doctor Landa (en el barrio de Sanduzelai, en Iruñea) y ocupó dos viviendas de camineros, propiedad del Gobierno, que llevan olvidadas 15 años. En ese mismo portal hay otros diez pisos de camineros vacíos y, en toda Nafarroa, el número de este tipo de viviendas públicas abandondas asciende a unas 150.

«No somos ocupas, lo que hacemos es recuperar viviendas para gente que no tiene casa», aseguró Ángel Larrea, portavoz de la PAH. «Queremos pagar un alquiler social al Gobierno navarro por estos pisos, acorde con la situación de las familias», continuó. En este punto, cabe señalar que una de las dos familias que vivirá en Sanduzeai perdio su casa, pero tiene todavía una deuda de 140.000 euros.

Desde el Departamento de Fomento, aseguraron ayer a GARA que tienen «la mano tendida» hacia la PAH, pero que «la ocupación no son formas». Los portavoces del gabinete del consejero Luis Zarraluqui se niegan a responder sobre si van a iniciar los trámites para el desalojo. Ahora bien, insisten en que el Gobierno no se ha olvidado de estas viviendas de camineros y que «no están abandonadas de ningún modo, aunque los trámites llevan su tiempo».

Por su parte, Larrea aseguraba ayer por la tarde que lo primero que hizo la PAH tras entrar en el bloque de pisos es comenzar con la limpieza de las dos viviendas. «Empezamos por barrerlo todo, porque había hasta nidos de palomas. Después entraron los pintores y, mientras tanto, estamos formando equipos de albañilería y, sobre todo, de fontanería, porque nos queda mucho trabajo hasta hacerlos habitables. Nuestro objetivo es que se pueda vivir aquí de una forma digna».

A lo largo del día, la acción despertó la solidaridad de los vecinos de Sanduzelai que se acercaron a la PAH ofrecerse a echar una mano y entregar muebles para las dos familias que comenzarán a vivir allí.

«Si para cuando terminemos de rehabilitar este piso el Gobierno no ha dado una solución, seguiremos entrando en nuevas viviendas. Irán una detrás de otra». aseguró el portavoz de la PAH. Según sus datos, existen 322 viviendas de camineros en Nafarroa, de las que 150 están abandonadas desde hace más de 15 años. Estas casas o pisos se construyeron en las décadas de los 60 y los 70 para personas que trabajaban en la construcción de carrerteras y cayeron en el olvido cuando se marcharon. Muchas de estas viviendas tienen cocinas económicas y fregaderos que también sirven de pilas para lavar la ropa a mano. Sin embargo, para la PAH son todavía útiles.«Hay una familia que en una sola habitación y va a ser la siguiente», dijo Larrea.

La Plataforma confirmó que no ha habido contacto oficial con el Gobierno desde que comenzara la acción.