Delegados sindicales de LAB del sector del Metal realizaron ayer en Bilbo una asamblea y una manifestación hasta la sede de la Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM) para exigir que «se sienten a negociar el convenio».

Iñaki Alkorta, responsable del Metal, explicó que «la patronal después del siete de julio no se ha atrevido a dar el paso de la gran reforma que tiene entre sus manos». Sin embargo, «nos aplaza hasta el 31 de diciembre las condiciones labrales. A partir de ahí, aplicará las condiciones que le permite la reforma en contra de los intereses de los trabajadores».

Ante esta situación, LAB asegura que «hemos vuelto a la calle para hacer un llamamiento a los trabajadores para frenar esa demanda». Alkorta extendió ese llamamiento al resto de sindicatos «para que la patronal se dé cuenta que ese chantaje del 31 de diciembre no tendrá sentido si estamos en la calle luchando». LAB aseguró que «vamos a hacer una defensa a ultranza en las empresas y del convenio provincial para que no decaiga el convenio. Tengamos un convenio provincial como hasta hora».

El próximo 18 de noviembre se verá la vista judicial ante la demanda de LAB en defensa del convenio del Metal de Bizkaia, que afecta a más de 60.000 trabajadores. «Entendemos que la perspectiva jurídica no es suficiente. Por eso, la movilización es clave. Llamamos a todos los sindicatos para hacer moralizaciones conjuntas y con fuerza para que no nos puedan quitar las condiciones del Metal, que lo tenemos desde hace 30 años, con la lucha sindical que conlleva». Alkorta trasmitió, por otro lado, que otras patronales están firmando convenios provinciales, pero «en el Metal, la cerrazón es absoluta por parte de los empresarios».

Por otro lado, LAB y ELA han presentado sendas demandas por separado contra el convenio de Nafarroa, firmado por UGT y CCOO con la patronal. LAB mantiene que «ya dijimos que la firma del convenio suponía poner una alfombra roja a la patronal, porque asumía en todos sus términos» y, al igual que ELA, las impugnaciones judiciales van «contra la utilización fraudulenta de la bolsa de horas» y, por otro lado, las demandas van contra el objetivo por parte de CCOO y UGT de «arrogarse» la representatividad en empresas sin representación sindical.