El Gobierno alemán se comprometió ayer ante la Comisión parlamentaria de Secretos Oficiales a estudiar la viabilidad de tomar declaración en Moscú al extécnico de la NSA Edward Snowden para saber detalles del espionaje de su país en suelo germano.

Una vez que Berlín ha descartado conceder asilo a Snowden con el argumento de que no es «un perseguido político», la Cancillería buscará la fórmula de que una delegación germana se traslade a Rusia después de que el exanalista se haya ofrecido a colaborar con Berlín.

De forma paralela al debate sobre el espionaje estadounidense, el Ministerio alemán de Interior exigió ayer por escrito una aclaración al embajador de Gran Bretaña en Berlín, Simon McDonald, que la víspera ya fue ya citado en el Ministerio de Exteriores.