GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Kultura 2006-12-16
David ZAPIRAIN | Historiador. Autor de «Bandoleros vascos»
«Me caen bien todos, pero me gusta en especial la banda de Bizarbeltz»
Ha invertido tantas horas estudiando las vicisitudes de los bandoleros del siglo XVIII que les ha cogido cariño. Cita de memoria las leyendas de Oreja y Galtxagorri, las hazañas de la banda de Bizarbeltz o las de los bandidos del Alto Deba y da la impresión de que los comprende, porque a diferencia de otros, David Zapirain estudia historia social y de alguna forma ha comprendido sus razones.

Acaba de publicar un libro, “Bandoleros vascos”, que describe una realidad donde vagabundos, ladrones, salteadores de caminos, viajeros asaltados y autoridades que les persiguen forman un fresco que retrata con bastante nitidez la sociedad guipuzcoana del siglo XVIII. En sus publicaciones anteriores ha tratado temas como el patrimonio, la historia social y local. Está dando los últimos toques a la tesis doctoral que trata de las formas de control social en la historia de Gipuzkoa.

­Distingue entre bandoleros profesionales y temporeros.

Efectivamente, hay bandoleros con dedicación exclusiva y otros que forman parte de una banda de una manera puntual o durante un periodo de tiempo, sobre todo en épocas de crisis o cuando no tienen otro trabajo.Digamos que unos son profesionales y otros temporeros.

­¿Los bandoleros proceden de capas sociales empobrecidas?

Creo que hay que diferenciar este tipo de bandoleros de otros como el de los Parientes Mayores, que también son conocidos como bandoleros y ladrones, pero que no tienen nada que ver. Como tampoco tienen mucho que ver con los bandoleros sociales o románticos de Andalucía, que solemos asociar a Curro Jiménez, aunque a finales del XIX parece que hay algunos entre nosotros. Se trata de elementos desgajados del caserío, sin oportunidad de emplearse en un trabajo continuado ni bien remunerado. En este contexto el robo adquiere connotaciones de conflicto social muy cercano al conflicto de clase. Es posible que tampoco emigren a América, porque tampoco cuentan con recursos para ello.

­¿Ha dicho que también contamos con bandoleros sociales?

Al final del libro doy algunas noticias sobre este tipo de bandoleros. Aparece, por ejemplo, el bergarés Iza, El Sillero, que actúa alrededor de 1830 y, además de participar en una larga serie de robos con distintas cuadrillas, resulta ser colaborador del mismísimo Patakon, considerado por la tradición vasca como un bandido «generoso». Iza tenía el perfil de un bandolero justiciero o, al menos, de enemigo de los ricos. El juez le pregunta si está cobrando impuesto revolucionario o manejando a los jóvenes. Los bandoleros del siglo XVIII que yo he estudiado no pertenecen a ese rango.No me ha parecido que robaran a los más ricos ni repartieran el botín, reparten entre ellos.

­A pesar de todo, el bandolerismo genera una especie de socialización de la riqueza.

Es una socialización en su entorno más próximo. Pero tampoco tenemos muchos datos. Hay bandoleros de principios del siglo XVIII que no confiesan nada ni con varias horas de tortura. Es una socialización familiar, entre los informantes o colaboradores.

­¿De los tipos de bandoleros que hay en la Península con quiénes se asocian más los que usted ha estudiado?

Con los gallegos, sin duda alguna. Hay un estudio del bandolerismo gallego que coincide bastante con el nuestro. Cataluña también tiene muchas tipologías. El fenómeno es extensivo a toda Europa o al menos a las sociedades preindustriales en época de crisis o en las épocas posbélicas.

­¿Es una especie de válvula de escape?

Yo le he llamado estrategia de supervivencia. Cuando son detenidos, ellos dicen que han intentado buscar trabajo y es posible que lo hayan intentado.

­Dice que hay una relación entre nivel de pobreza y nivel de violencia.

Creo que es una ley. Los bandoleros más violentos de la Península, según me han parecido, son los de Extremadura y también me han parecido los más pobres. Los de aquí, es verdad, pueden ponerse violentos y algunos casos sin miramientos, pero no es la norma. No van a matar ni a hacer escabechinas.

­¿Es una actividad que puede llegar a enriquecer?

No se ve muy claro. A veces pillan a un comerciante y hacen una buena caja. Pero yo he sacado la conclusión de que se lo gastan en comer y en vivir de una forma itinerante. Sólo he conocido un caso que invierte en su comercio, que es una tienda itinerante. Hay que tener en cuenta que la información que tenemos ha salido de los juicios. Puede haber otros casos.

­¿Supone esta actividad un peligro para el orden social?

No creo que supusiera un serio peligro, pero hay descripciones de las Juntas Generales que señalan que los caminos están bloqueados. Hay casos como el de Orereta, donde los contrabandistas y bandoleros desafían a los soldados y éstos realizan maniobras militares, o llegan a cortan el tráfico de la ría entre Kastresana y Basurto, originando una carestía del pan.

­¿Cuál de los bandoleros que has estudiado le cae mejor?

Todos los bandoleros me caen bien, no puedo elegir. Me gusta mucho la banda de Bizarbeltz, porque es casi una familia, sufren todo tipo de torturas y no delatan a nadie y, además, viven en unas condiciones muy duras. Está también la banda de Tetratxo, que tienen como amante a María Antonia de Basarte, yestán Oreja y Galtxagorri, que llegan al estadio de leyenda, se fugan a América donde siguen robando. Sus seguidores, que quedan en Aralar, siguen festejándoles como héroes. Y están los bandoleros del Alto Deba, que se tienen a sí mismos como mejores que los de la Sierra Morena y «más salvajes y más duros que los indios del Caribe». -


 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Jendartea
Etxebizitzaren arazoari aurre egiteko elkartea
Euskal Herria
El pacto Lakua-PSE afecta al 0,6% de los presupuestos para el año 2007
Euskal Herria
Ehunka lagun irten ziren kalera kandela eskuetan De Juana askatzearen alde
Ekonomia
Vestido y Calzado volvieron a subir el IPC en noviembre
Mundua
Los Veinticinco reabren el debate sobre la reforma de la Constitución europea
Euskal Herria
Batasuna exige un esfuerzo por el proceso y Zapatero le pide calma
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea |  rss