GAZA
El foso que separa a Hamas y Al Fatah se amplía, gana en profundidad y parece conducir a un conflicto interpalestino armado, a una guerra civil que Israel lleva esperando mucho tiempo y que comenzó a dibujarse el pasado mes de enero tras la «insoportable» victoria electoral de Hamas. Hace dos semanas ambos movimientos políticos parecían estar muy cerca del acuerdo definitivo para formar un gobierno de unidad nacional que pondría fin a un año largo de enfrentamientos. Incluso, el diputado independiente Barguti aseguraba que sólo faltaban unos flecos por atar y se barajaban varios nombres para ocupar el cargo de primer ministro, que Haniyeh abandonaría en caso de que Hamas y Al Fatah alcanzaran una solución para poner fin a una crisis que sólo beneficia a Israel.
Sin embargo, desde entonces las relaciones se han deteriorado hasta el punto de que los ataques entre unos y otros se han vuelto cotidianos, además del «extraño» atentado que costó la vida a tres hijos de un importante miembro de la seguridad palestina, de Al Fatah, en la franja de Gaza, entre otros. Así, la crisis entre Hamas y Al Fatah llegó ayer a un punto de difícil retorno tras el ataque contra el propio primer ministro en la terminal de Rafah cuando intentaba entrar en la franja, del que el movimiento islámico acusa directamente a Al Fatah, en concreto responsabiliza a Mohamed Dahlan y a la guardia presidencial de Abbas.
Aniversario de Hamas
El propio presidente podría acabar hoy con cualquier posibilidad de reconducir la situación si, como señalan sus colaboradores, Abbas anuncia en el discurso que pronunciara hoy la convocatoria de un referéndum para el próximo año para forzar un adelanto electoral y apartar del gobierno a Hamas. El movimiento islámico rechaza de plano tal posibilidad.
Estos últimos acontecimientos han coincidido con la conmemoración, por parte de Hamas, del diecinueve aniversario de su creación. El acto se convirtió en una demostración de fuerza del movimiento islámico, que reunió en Gaza a decenas de miles de personas.Haniyeh apeló a la unidad nacional, al tiempo que afirmó que los que le atacaron en la noche del jueves cuando entraba en la franja serán perseguidos por la ley.
«Os llamo a que mantengáis la unidad nacional y la preservación de la sangre palestina. Permanezcamos unidos por el bien de la tierra liberada y los lugares santos», afirmó Haniyeh. El primer ministro aseguró que su Gobierno seguirá muy de cerca las investigaciones hasta que los responsables sean llevados ante la justicia. Aclaró en su alocución que los que dispararon contra su comitiva lo hicieron desde tejados de edificios y de detrás de ventanas en plena oscuridad de la noche y no responsabilizó directamente a ninguna facción del ataque. En el ataque moría uno de sus guardaespaldas y resultaban heridos su hijo mayor, Abdelsalam, de 26 años, que recibió un impacto de bala en la mandíbula, y su asesor político, Ahmed Yusef.
Desde Damasco, el máximo líder político de Hamas, Jaled Meshaal, urgió a los milicianos del movimiento islámico a «practicar la contención» y evitar acciones violentas que les «arrastre a una guerra civil». «Llamo a nuestros hermanos de Hamas a practicar (una política de) contención para proteger la sangre de los palestinosa, afirmó Meshaal en una entrevista radiofónica desde la capital siria. «Nuestra batalla es contra la ocupación (israelí), no seremos arrastrados a una guerra civil, subrayó el dirigente.
Menos diplomático se mostró el portavoz del grupo parlamentario de Hamas, Jalil Al-Haya, que manifestó durante el acto que el presidente palestino, Mahmud Abbas, «ha declarado la guerra a Alá y la voluntad del pueblo palestino». «Debemos golpear con puño de hierro a todos aquellos implicados en herir a nuestros líderes y miembros, y a todos los que causan las disputas entre nosotros», agregó.
Tiroteo en Rafah
El representante de Hamas Jamal Nasser afirmó que «sabemos quién ha disparado contra la comitiva del primer ministro y mató a su guardaespaldas. Más pronto o más tarde obtendremos nuestra venganza», afirmó. Nasser no dudó en acusar a Mohamed Dahlan, miembro de Al-Fatah y diputado por la localidad de Jan Yunes, al sur de la ciudad de Gaza, de ser el responsable del «asesinato y la instigación».
El movimiento islamista también exigió al presidente Abbas que retire sus fuerzas de la terminal de Rafah y de las calles palestinas «porque han fracasado en garantizar la seguridad a sus residentes y disparan contra ellos». En declaraciones a la cadena de televisión por satélite Al Jazeera, Ghazi Hamad, portavoz del Gobierno palestino, manifestó que «se acordó con el presidente Mahmud Abbas que el primer ministro depositaría el dinero en Egipto y entraría en Gaza sin nada. El dinero, entonces, sería legalmente transferido al gobierno».
Israel, sin embargo, anunció que se permitiría la entrada a Haniyeh, a condición de que lo hiciera sin el dinero recaudado en su última gira a países musulmanes de la zona, y que, al parecer, ascendía a unos 35 millones de dólares. Dinero vital para paliar la grave crisis económica que sufren los palestinos por la boicot impuesto por Israel, EEUU y la UE.
Hamad indicó que el dinero fue depositado en un banco de la ciudad egipcia de El Arish, a unos 35 kilómetros de la franja.
El presidente de la ANP expresó su pesar por el tiroteo en el paso fronterizo, según una información que recogió ayer la agencia de noticias palestina oficialista WAFA.
Sin embargo, son numerosos los seguidores de Hamas que acusan a los miembros de la guardia presidencial, que controlan el funcionamiento de la terminal fronteriza de Rafah, de ser los responsables de los enfrentamientos ocurridos ayer en la misma.
Desde Damasco, Hamas exigió el inició de una investigación sobre los disparos contra Haniyeh, calificándolos de «complot» para provocar un enfrentamiento interpalestino. El buró político aseguró que el atentado «constituye el preludio de una sedición interna».
Israel ha matado en 2006 al doble de niños
palestinos que en 2005
UNICEF reveló ayer que este año han muerto 123 niños palestinos como consecuencia directa de la violencia israelí en los territorios ocupados, una cifra que duplica la registrada en 2005. UNICEF también indicó que 340 menores palestinos permanecen
en cárceles israelíes. Según la agencia, «2006 ha sido uno de los peores años para los niños« palestinos por el bloqueo y el boicot de Israel, EEUU y UE. -
