Raimundo FITERO
Peraltada
Han empezado a cambiar neumáticos en cinco segundos. Las curvas están peraltadas, o están abiertas o cerradas, y se toman a unas velocidades inusitadas. También hay novatadas: un nuevo se lleva por delante a sus mecánicos cuando llega a repostar. Es un recién llegado. Hay motivos para reflexionar. Fernando Alonso hace unas declaraciones previas y pone el dedo en una llaga que empieza a ser excesivamente purulenta. No pueda andar por la calle, no pueden llevar vida normal sus familiares, ni amigos, ni compañeros profesionales. Todo por culpa de esos entes diabólicos que intentan disfrazarse de periodistas y que buscan imágenes del campeón del mundo junto a su novia. ¿No debería ser delito inmiscuirse tanto en la vida privada de alguien? ¿No deberían las empresas acabar con estos procedimientos? ¿No existe una idea profesional que acabe con estos intrusismos? La degeneración parece no tener fin. No se paran ni ante el amor ni ante la enfermedad, y si hay una muerte se convierten en hienas. Cada vez hay una vuelta de tuerca en las metodologías que emplean para conseguir una imagen, un rumor, que empieza a sentirse un asco tremendo. Pero los programas que se alimentan de estas carroñas siguen existiendo, teniendo audiencia suficiente como para que no corran peligro. Y siguen con sus métodos inquisitoriales, con sus infamantes entrevistas, pagando a personajillos para despellejarlos. Por lo tanto también nosotros, los consumidores de estas basuras, aunque sea circunstancial y esporádicamente debemos entonar el mea culpa. Resumiendo: Fernando Alonso ha asegurado que se va a vivir a Suiza, porque aquí no puede respirar. Digo yo: Hacienda tendrá también algo que ver con la decisión. Los domingos vuelven a ser algo que huele a frenadas, aunque debamos tener el corazón encogido por el fútbol, y de repente se hace presente una muerte de un deportista campeón olímpico en waterpolo, el portero Jesús Rollán, que parece ha decidido quitarse de en medio. La maldita depresión, esa anorexia del alma que se alimenta de desamor, anidaba en su cuerpo atlético. Una curva mal peraltada en la vida le ha llevado al adiós. -
|