DEPORTIVO ALAVES 2
SEVILLA
1
GASTEIZ
El Deportivo Alavés consiguió ayer una victoria tan angustiosa como necesaria, tras consumar su primera remontada en Mendizorrotza en un partido extraño y que puede salirle caro, ya que puede perder hasta cinco jugadores para la próxima salida a Cádiz. Por encima de todo, lo importante era que los puntos, ya fuera por lo civil como por lo criminal, se quedaran en casa y aunque con una agonía que parece perpetuarse, el equipo gasteiztarra supo sacar provecho del regalo que el gasteiztarra Aitor Ocio les hizo con un penalti y la consiguiente expulsión que condicionó el resto del partido.A pesar de que Nené no acertara a marcar desde los once metros, la absurda expulsión de Aitor Ocio en el minuto 16, que sacó con la mano un balón al que podía llegar Palop, fue el clavo ardiente al que se agarró el equipo de Piterman para cambiar una dinámica que se le intuía adversa. Con igualdad de efectivos, el Sevilla necesitó sólo diez minutos para sacar provecho de su mejor banda, la derecha, que apenas encontró oposición en un lateral izquierdo albiazul que sigue haciendo aguas, con un Nené que no apoyó lo suficiente a un Coromina fuera de su ubicación más natural. Jesús Navas y Alves triangularon perfectamente y el centro del joven canterano fue enviado por Saviola a las redes.
La hecatombe que se avecinaba por la superioridad táctica sevillista escampó pronto, cuando el Sevilla se vio mermado con la roja directa al único gasteiztarra sobre el terreno de juego. Juande Ramos no tiró de banquillo y recompuso a su equipo centrando al lateral zurdo Escude, retrasando su posición Puertas por la banda izquierda, con lo que perdió una referencia en esa banda que, como en el caso albiazul, abrió las vías de penetración al rival. Afortunadamente, Nené se resarció de su fallo en el penalti de la mejor forma posible; con un golazo al poco tiempo. El brasileño aprovechó la enésima recuperación de pelota de un omnipresente Astudillo y, sin pensárselo dos veces, lanzó un magnífico zapatazo desde el vértice del área que se coló por la escuadra de Palop.
Pese al duro golpe encajado con la expulsión y el rápido empate,el Sevillatuvo capacidad de reacción cuando Jesús Navas sacó partido de la autopista que se encontraba por su carril, en unos minutos de notoria pérdida de brújula de los albiazules, cuya defensa se veía desbordada incluso con superioridad de efectivos. Así, tras un par de internadas parecidas a la jugada del primer gol que no encontraron rematador, el canterano sevillista tuvo una magnífica oportunidad de poner por delante a los suyos en un mano a mano que no supo culminar ante Costanzo.
El partido estaba completamente abierto en los últimos minutos de la primera mitad y fue el Alavés el que pudo sacar provecho de la falta de rigurosidad en esos momentos. Primero fue Astudillo el que obligó a lucirse a Palop con un remate a bocajarro desde dentro del área pequeña y justo en el último segundo, Quique De Lucas rompió por el flanco más débil de la zaga visitante para ponerle en bandeja el gol que culminaba la primera remontada de la temporada en casa de la temporada.
En condiciones normales, lo más difícil parecía conseguido, habiendo remontado ante un rival en inferioridad y que acusaba el esfuerzo del jueves y las rotaciones del entrenador por la eliminatoria de UEFA. Sin embargo, con los precedentes albiazules de esta temporada, Mendizorrotza se preparó para el sufrimiento en el descanso y no estaba equivocado.
Mientras el Alavés se pertrechó para aguantar el chaparrón cerrando filas y metiendo a Nené en disciplinas defensivas, Juande Ramos perdió 15 minutos sacando a su hombre más peligroso de la ubicación desde la que hizo más daño cuando dio entrada a Martí en la izquierda para frenar el juego albiazul por su derecha.
Con Navas desaparecido en el centro, el Alavés se defendía bastante cómodo en defensa, a la espera de poder aprovechar la inferioridad numérica y el cansancio de un rival que no encontraba huecos, pero sus errores a la hora de lanzar sus contras le condenaron al sufrimiento final.
Juande sacó todo su arsenal ofensivo y las expulsiones directas de Bodipo por abrir una brecha a Javi Navarro en un salto y de Juanito el árbitro sabrá por qué se encargaron de aumentar la sensación de agobio para un Alavés que se preparaba para lo peor. Afortunadamente, Luis Fabiano de cabeza y Jordi evidenciaron los problemas con el gol del Sevilla y Mendizorrotza respiró con una victoria muy necesaria.