Una publicación de LAB sobre «Química, Medio Ambiente y Salud» repasa la incidencia dañina de los productos químicos en la salud de las personas. Los trabajadores son quienes están expuestos durante mayor espacio de tiempo y las consecuencias, si no se adoptan las medidas preventivas y de protección adecuadas, son fatales. Por eso, deben exigir a los empresarios buenas condiciones en los centros de trabajo, ya que es responsabilidad de la empresa mantenerla en condiciones saludables.

Existen alrededor de 100.000 sustancias que se comercializan y que tienen una presencia común en el ambiente laboral, doméstico, urbano y rural. La iniciativa europea del REACH someterá a estudio a una tercera parte de los productos químicos, pero esta iniciativa, que obliga a las empresas a comercializar sólo las sustancias que estén contrastadas científicamente y cuyos efectos puedan ser contrarrestados con protección para evitar peligros para la salud de los trabajadores, no entrará en vigor hasta la próxima década no entrará en vigor la iniciativa, .

En este trabajo sindical se recuerda que «sólo una pequeña parte ha sido investigada toxicológicamente para conocer sus posibles efectos negativos para la salud. Sin embargo, cada día estamos en contacto con estas sustancias».

LAB recuerda que «cada vez preocupan más sus efectos crónicos. Muchas son persistentes y bioacumulables y, por ello, llegan a incorporarse a la cadena alimentaria pudiendo, por esa vía, afectar a la salud de las personas».

Aumento del cancer

Las consecuencias perniciosas de estos productos para la salud se están poniendo de manifiesto con el incremento del cáncer, de las alergias y de los problemas de fecundidad, que cada día son más frecuentes.

Un estudio de un grupo de trabajo de Medio Ambiente en EEUU reveló que cada feto está expuesto a una media de 287 contaminantes químicos. «Las sustancias detectadas en el cordón umbilical de los bebés fueron trasmitidas por las madres, por lo que nacieron con esa contaminación. De los componentes químicos descubiertos, 180 provocan cáncer en humanos o animales; 217 son tóxicos para el cerebro y 208 causan defectos de nacimiento o tienen desarrollos anormales en las pruebas que se realizaron con animales», explica.

LAB recuerda que en Euskal Herria existen alrededor de un millar de empresas en el sector químico, que ocupan a unos diez mil trabajadores. «La industria química vasca genera más del 20% del total de los residuos peligrosos». Por tanto, la prevención de riesgos laborales debe extremarse en estos centros de trabajo para evitar daños en la salud.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT)estima que de los dos millones de muertes laborales que se registran cada año en el mundo, 440.000 se producen como resultado de la exposición de los trabajadores a los agentes químicos. El problema no queda ahí, puesto que 32 millones de trabajadores europeos están expuestos a productos cancerígenos y siete millones de trabajadores sufren enfermedades profesionales vinculadas a sustancias peligrosas.

Esta situación se extiende en el mundo laboral porque, si bien las empresas químicas son un millar, muchas otras utilizan productos químicos que pueden ser un agente peligroso para la salud de sus trabajadores.

Lo primero que se debe realizar es una evaluación de riesgos profunda en la empresa. Los empleados deberán llevar la protección adecuada y en las zonas y lugares donde se manipulen los productos químicos, que deberán tener su composición a la vista, tendrá que haber la suficiente ventilación para evitar los riesgos. Pero es el empresario el que debe informar y formar al trabajador que va a manipular esas sustancias contaminantes. En todos los casos, se debe preservar la salud del trabajador por encima de la producción. -

BILBO