Oskar Tejedor, el director del documental “Txalaparta, el eco de un pueblo”, que ETB1 emitió días atrás, tiene un curriculum vitae tan extenso como curioso. Además de dirigir o producir documentales y largometrajes de animación (productor de “Glup”, “Supertrams” y “Elkano”), series de televisión y cortos, ha sido actor en diferentes grupos y ha trabajado en moda, llegando a producir dos colecciones con diseños propios. Pero a través de todas estas vicisitudes le ha acompañado un vivo interés por la txalaparta, que ahora se ha plasmado en el documental “Txalaparta, el eco de un pueblo”. «Cuando decidí entrar definitivamente en el tema me encontré con que había muy pocas cosas escritas, pero muchas voces. Necesitaba un hilo conductor que uniera esas voces y fue Joxean Artze quien me indicó la solución: me enseñó un estudio de un musicólogo francés, Gregory Antipas, que había venido a investigar sobre el terreno el instrumento. Le propuse que participara en el documental y lo hizo encantado», relata Oskar Tejedor.

La relación de Oskar Tejedor con la txalaparta se remonta a la niñez. Nació en el barrio Telleriarte de Legazpia, que celebra sus fiestas en San Juan. Recuerda que siendo muy joven, estando al rededor de una hoguera, escucharon la txalaparta cerca de la iglesia. Subió con su hermana hasta la ermita y quedó muy impresionado por el sonido del instrumento en plena noche. «Fue como una experiencia mística para mí y desde entonces le he tenido un cariño especial», recordó.

La txalaparta es, como otros muchos, un instrumento de trabajo convertido en instrumento musical. «En Indonesia, por ejemplo, hay un instrumento parecido que utilizan para moler el arroz. El nuestro nació del primitivo lagar. Juan Mari Beltrán toca el tema del origen, pero lo hace de pasada. El documental se centra en la evolución del instrumento y las diferencias que se dan entre la primera generación de txalapartaris y las últimas», señala Oskar. El documental parte de un sonido base, «para que el espectador comprenda la evolución».

El documental arranca con un recuerdo para el eslabón que ha permitido recuperar la txalaparta:los Zuaznabar y los Goikoetxea. «Me acogieron como si fuera de la familia. Joseba Zuarnabar, el hijo del txalapartari, es una persona que tiene una enorme capacidad de comunicación. Fueron ellos, junto a Juan Mari Beltrán y Joxean Artze, quienes hicieron posible que perdurara el instrumento. He tratado de rescatar también las imágenes, sobre todo fotografías, y secuencias de películas como ‘Amalur’ o ‘Pelotari’, en los que tiene presencia la txalaparta y que he podido incluir gracias a la buena disposición de Néstor Basterretxea», prosiguió Oskar Tejedor.

De un lagar

Participan en el documental, además de los citados, José Antonio Urbeltz, Kepa Junkera, Juan Mari Beltrán, Oreka TX, Ugarte Anaiak, Tomás San Miguel, Nacho Duato, la bailaora flamenca Chua Alba y Ttakunpa entre otros. «Ttakunpa fusiona la txalaparta con ritmos africanos, Chua Alba hace un diálogo entre su taconeo y el sonido de la txalaparta. Es impresionante cómo culturas tan distantes pueden encontrar nexos de unión», señala Tejedor.

La primera generación aparece muy preocupada por los orígenes. Lo más probable es que haya surgido del primitivo lagar de sidra, donde machacaban con palos la manzana.

La siguiente generación, encabezada por Beltrán, aumentan el número de maderas y esbozan unas formas más melódicas. «Los txalapartaris de la segunda generación ya no tocan frente a frente, sino en paralelo, mirando al público, pensando en el espectador. Pero la txalaparta es un trabajo a dos, es un diálogo, cosa que se da en muy pocos instrumentos musicales».

El documental es un puzzle en que además de los estudiosos e intérpretes participan compositores como Kepa Junkera y Tomás San Miguel, que integran la txalaparta en su obra músical, y los jóvenes que fusionan la tradición vasca con culturas dispares.

El documental fue coproducida por France3 y ETB. Fue estrenada en setiembre del pasado año por la cadena francesa, porque fue la primera en apoyar el proyecto. Tuvo una acogida muy buena. ETB lo emitió hace dos semanas. Según Oskar Tejedor, los alemanes están muy interesados y también Televisión Española, lo que obligaría a realizar nuevos doblajes. -

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