«Catarsis», un rito purificador a través del arte
El Museo Vasco de Arte Contemporáneo de Araba vuelve a mostrar, por quinta vez en su andadura, obras de sus colección permanente. En esta ocasión las 60 esculturas, pinturas, fotografías y vídeo instalaciones se agrupan bajo el antiguo concepto de la catarsis, que se remonta a tiempos de Aristóteles. La muestra invita a ver el arte explorando en las emociones.
GASTEIZ
Como si se tratara de un sala de conciertos en la que cualquier desavenencia pudiera provocar una emergencia, Artium también advierte del contenido de la exposición a la entrada de la quinta muestra de la colección permanente. Como un juego abierto a la interpretación, un cartel da la bienvenida a “Catarsis. Rituales de purificación” y reza lo siguiente: Toda obra puede tener múltiples sentidos. Toda obra está abierta a variadas y enriquecedoras interpretaciones”.Entre las más de 2.000 obras de la colección permanente de Artium, esta nueva muestra ha seleccionado un total de 60 cuadros, fotografías, esculturas y vídeo-instalaciones. Se trata de una nueva línea argumental que el museo inventa para agrupar bajo un mismo denominador común a algunas de sus obras. En esta ocasión las creaciones de artistas tan variopintos como Oteiza, Muntadas, Tápies, Lekuona, Zush, Saura, Roscubas o Ruiz de Infante convergen en un viaje metafórico y lleno de alusiones a través de las estaciones del proceso catártico. Fue Aristóteles quien en el siglo V a.c, vinculó el concepto médico de catarsis al arte definiéndolo como la purificación que se consigue a través de la compasión y el temor que produce la contemplación teatral de la tragedia, su representación. Por eso la exposición, planteada como homenaje a Aristóteles y por consiguiente al primer manual de estética de la historia, pretende recuperar el papel del arte como herramienta de reflexión y también como el despertar de las emociones y del espíritu crítico. El viaje por la catarsis requiere de un total de cuatro paradas. La primera de ellas responde a la representación y es la que abre la muestra con la instalación “El aplauso”, de Antoni Muntadas. En este espacio también se agrupan obras de Jorge Otezia, Darío Villalba, José Luis Fajardo y Jacob Castellano. El proceso de purificación obliga a una segunda parada, en la conciencia. En este apartado se muestran las máscaras y cabezas de Marina Nuñez, Antonio Saura, Rafael Agredano y los mecanismos y decisiones que interpretan las creaciones de Jaume Plensa o Miquel Navarro. Las obras de Ixone Sádaba, Manu Arregi, Pablo Milicua o Darío Corbeira responden a la estación de los ritos. Una vez llegados a este punto se alcanza la liberación que queda representada en el arte de Viola, Fontcuberta, El Perro, Millares, Barceló, Erwin Olaf, Vicente Ameztoy, Mira Bernabeu e Itziar Okariz. Todo un paseo a través del arte para purgar la visión actual de la creación artística. Un recorrido que aúna a autores veteranos y emergentes bajo la misma premisa, una misma historia, una catarsis.
|