La resistencia iraquí ataca edificios oficiales y mata a 18 policías en una gran operación
·Calculan que entre 100 y 200 guerrilleros participaron en el ataque de Muqdadiya
La resistencia iraquí dio ayer muestras de su capacidad con un audaz ataque en la ciudad de Muqdadiya, a 85 kilómetros al norte de Bagdad. Los guerrilleros, entre 100 y 200, asaltaron varios edificios públicos, matando a al menos 18 policías y liberando a 32 personas encarceladas en una comisaría. Según fuentes oficiales, diez miembros de la resistencia murieron en la acción y otros 16 fueron heridos o capturados.
BAGDAD
Mientras George W. Bush reconocía en la tercera comparecencia pública en cinco días que deberá ser el próximo presidente estadounidense quien decida la retirada de las tropas de ocupación de Irak, la resistencia iraquí propinaba un duro golpe, tanto simbólico como militar, en la ciudad de Muqdadiya, en la provincia de Diyala, al norte de Bagdad. La amplia operación guerrillera se producía en una ciudad próxima a Samarra, donde el Ejército ocupante y los paramilitares iraquíes desarrollan una ofensiva más propagandística que efectiva la «Operación Enjambre», estiman numerosos analistas, en pleno tercer aniversario del comienzo de la agresión estadounidense y en un mal momento político para el propio Bush. El subdelegado gubernamental en Muqdadiya, Farhane al-Dulaimi, dijo que «los rebeldes, su número se estima en 200, llevaron a cabo una operación muy bien planificada. Situaron un coche bomba en una de las entradas de la ciudad y bombas en otra para dificultar la llegada de refuerzos. También desplegaron tiradores en tejados de varios edificios», añadió. El ataque simultáneo, que comenzó al amanecer, alcanzó a varios edificos oficiales, incluida una comisaria de Policía, y el tribunal de justicia, según France Press, mientras que la agencia Efe añade también una oficina de coordinación militar estadounidense-iraquí a la relación de centros atacados.
32 presos liberados Farhane al-Dulaimi indicó que «18 policías han resultado muertos y otros trece heridos» tras más de una hora de combates. En el ataque contra la comisaría, que incluía una cárcel, los guerrilleros liberaron a 32 prisioneros sospechosos de «terrorismo», según precisó Farhane al-Dulaimi. También fueron incendiados 50 vehículos gubernamentales.
Fuentes oficiales indicaron que la resistencia tuvo 10 bajas mortales y que otras 16 personas fueron heridas o capturadas. Efe reducía el número de muertos a 3, y cifraba entre 100 y 150 el número de atacantes. Las mismas fuentes indicaron que otro policía resultó muerto tras ser alcanzado el vehículo de una patrulla que se dirigía a apoyar a las fuerzas proestadounidenses. EEUU indicó en un comunicado que el «reconocimiento aéreo confirma que el edificio [de la comisaría] ha sido destruido y que los vehículo han sido incendiados tras ser alcanzados por cohetes anti-tanque, granadas y armas ligeras». Los refuerzos enviados por los ocupantes, que incluían a paramilitares iraquíes, cayeron en una emboscada, decía el comunicado estadounidense, que no dio cuenta del resultado de la misma. EEUU, sin embargo, sí informó de la muerte de uno de sus soldados por disparos en el oeste de Bagdad, y de que un avión espía sin piloto se había estrellado en algún lugar del país, sin precisar las causas. Además, una persona murió ayer y otras tres resultaron heridas en Mosul, al explotar un coche bomba junto a la carpa que acogía el funeral del director de una empresa de petrolera muerto el lunes, según fuentes policiales. También fueron hallados siete cuerpos acribillados a balazos en la capital, elevando a 35 el número de cadáveres descubiertos en los últimos tres días, según fuentes oficiales. Entretanto, Bush, en una rueda de prensa anunciada sólo una hora antes de su comienzo, dijo que «retiraría las tropas de Irak si no creyera en el éxito de su misión». El presidente se esforzó de nuevo en presentar ante los periodistas los «progresos» de la situación en Irak.
Investigan una matanza de civiles perpetrada por EEUU
GARA
BAGDAD EEUU investiga la matanza de 15 iraquíes, entre ellos siete mujeres y tres niños, cometida por sus soldados en la ciudad de Haditha el 19 de noviembre de 2005. Ese día, una bomba colocada en la carretera alcanzaba a un vehículo estadounidense y mataba a un soldado. La venganza de los ocupantes fue terrible. Cercaron tres casas cercanas y dirigieron todo su odio y su fuerza mortal contra sus moradores. Jaled Ahmed Rsayef, cuyo hermano murió durante la operación de venganza, afirmó que la bomba estalló a primera hora de la mañana. Minutos después, «las tropas americanas acordonaron el área y asaltaron dos casas cercanas, disparando a todos a los que se encontraban en su interior. Fue una masacre». El doctor Walid al-Hadithi, jefe del hospital de Haditha, afirmó que durante la medianoche del día del ataque, llegaron al recinto dos vehículos del ejército norteamericano con los cuerpos de hombres, mujeres y niños. «Me dijeron que habían muerto en sus casas, y dijeron que los hombres eran saboteadores», dijo el doctor, que afirmó que todos los cuerpos tenían heridas de bala. Muchas de las víctimas estaban en pijama. El 20 de noviembre de 2005, EEUU anunció la muerte del militar y de 15 civiles en la explosión, además de ocho supuestos guerrilleros. Las casas, desde donde habían sido supuestamente atacados los ocupantes, sólo ofrecían rastros de disparos en el interior de las mismas, lo que permite dudar de la versión de los ocupantes. Afirman que un ex ministro de Saddam era agente
de la CIA
Nayi Sabri, quien fue el último ministro de Exteriores del régimen de Saddam Hussein, facilitó a la CIA información sobre la capacidad de su país, según reveló en la noche del lunes la televisión NBC. Según la cadena, el espionaje francés puso en contacto a Sabri y la CIA durante una visita del diplomático a Nueva York, en septiembre de 2002, para participar en la Asamblea General de la ONU. Sabri no fue detenido tras la invasión del país. -
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