DONOSTIA
Son tres los motivos fundamentales que han llevado a Etxerat a adelantar su asamblea anual, que se celebrará el próximo domingo en el Casino Municipal de Biarritz a partir de las 9.30. En ella, familiares y allegados analizarán la actual situación y la forma de encararla.Estanis Etxaburu e Ilargi Jaunarena, junto a un nutrido grupo de familiares, subrayaron la «urgente necesidad» de realizar esta asamblea, que será la quinta. La razones que justifican esta «urgencia» son, según explicaron en la compare- cencia de Donostia, que «en estos momentos que tanto se habla de solución al conflicto, los estados francés y español ahondan en nuestro sufrimiento mediante nuevas medidas represivas», manifestó Etxaburu.
En segundo lugar, citó que «aquellos partidos políticos que gestionan el Gobierno de Lakua también han llevado más allá sus normas violentas, tanto contra nuestros familiares y allegados represaliados como contra nosotros», prosiguió.
«Y tercero, porque es verdad que cada vez son máslos demócratas que, de manera sincera, apuestan por el camino de la solución en defensa de los derechos de nuestros familiares y allegados», resaltó.
«Mayor crueldad»
Reiteró que los gobiernos de Madrid y París están tomando medidas «cada vez más crueles dentro de esa maldita y criminal política de Estado, todo lo cual no nos sorprende y viene a constatar el carácter de rehén político de nuestros hijos y padres encarcelados. Nunca hemos dudado de ello, en tanto que sabemos que nuestros seres queridos presos o en el exilio son consecuencia de un conflicto político sin resolver», insistió Etxaburu. Aunque, prosiguió, «esta situación no es nueva y en nada motivo de sorpresa», subrayó que «resulta duro que en estos tiempos que corren sigan golpeándonos tanto llevándolos aún más lejos de casa, aplicándoles ya la prisión de por vida e incluso encarcelando a aquellas personas que se han posicionado en favor de los derechos de los presos políticos vascos».«Más muerte en las prisiones y en las carreteras y alimentar constantemente el conflicto» son, a juicio de Etxerat, los resultados de esta estrategia. Pero no todas sus críticas estuvieron enfocadas a los ejecutivos español y francés. Etxerat también tuvo duras palabras para Lakua. «Para aquellos partidos gestores de las instituciones no todos los golpes, heridas, extorsiones o muertes son iguales», señaló Etxaburu.
Tras resaltar que existen «distintos grados de ciudadanía», denunció que el Gobierno de Juan José Ibarretxe «ha endurecido su violenta actitud contra nuestros familiares, nosotros y una gran parte de este pueblo».
En este contexto, situó la actuación de la Ertzaintza en los actos de despedida a Igor Angulo y Roberto Sainz, y su actitud hacia los presos enfermos y hospitalizados. Al otro lado de la balanza, resaltó la implicación ciudadana en defensa del respeto a los derechos de los prisioneros.
«Un número cada vez mayor de demócratas trabaja y asume de forma consciente que ha de ser todo un pueblo el que solucione la realidad de los represaliados tratando de convertirla en otra bien distinta», consideró Etxerat. A modo de ejemplo, citó la manifestación que a principios de enero se hizo en Bilbo reunió a más de 40.000 personas y las encarteladas.
Implicación social
«Son tiempos especialmente importantes para Euskal Herria, máxime para los que sufrimos día a día y ponemos en peligro nuestras vidas. Tiempos importantes si es que, al contrario de 1977, conseguimos darle definitivamente una solución al conflicto político encauzándolo hacia el estatus político y fortaleciendo el camino emprendido en los últimos viernes de mes», consideró. En esa línea, calificó de imprescindible la implicación de la ciudadanía y los agentes sociales y sindicales. Dejó claro que «más que el mero diálogo de una mesa, será el empeño y la presión de todo un pueblo quien consiga garantizar los derechos de un agente político compuesto por cientos de rehenes».A lo largo de la rueda de prensa, Etxaburu y Jaunarena incidieron en este mensaje porque «no podemos estar esperando a que los partidos políticos hagan algo. O dicho de otra manera, será ese convencimiento y fortaleza de las personas lo que, al igual que a los estados, obligará al cambio a los partidos que hasta la fecha no demuestran más que una determinada actitud cada vez más violenta, por cierto, contra todos nosotros». Insistieron en que «la solución está en los mismos ciudadanos y su firmeza».
